Por Lillipsy Bello Cancio
Así como la producción de alimentos deviene prioridad en Cuba ante la crisis sanitaria y económica que supone hoy la pandemia de la COVID-19, los campesinos cabaiguanenses redoblan esfuerzos para incrementar la siembra, el acopio y la comercialización de productos agropecuarios, con el objetivo de atender las demandas de población y cubrir las entregas planificadas a la industria, esta vez con el incentivo de celebrar en apenas unos pocos días el Día de la Rebeldía Nacional.
En ese sentido destacan las acciones para la creación y rescate de nuevos polos productivos, tal y como lo confirmara Freñe Delgado Herrera, Especialista Principal de Cultivos Varios en la Unidad Empresarial de Base Agropecuaria Cabaiguán.
En un territorio que ha sufrido como toda Cuba las limitaciones de combustible desde septiembre pasado y que ha tenido que apelar al uso de alternativas y a la reivindicación de medios y formas productivas para sortear la escasez de fertilizantes y productos químicos, hoy el movimiento agrario ha logrado sembrar el 98.6% de las áreas previstas y a pesar de que atraviesa su momento más crítico en cuanto a disponibilidad de alimentos, las autoridades del sector prevén que para finales de agosto se comiencen a percibir los primeros resultados de dichos esfuerzos.
“En este sentido, estamos claros de que aún queda tela por donde cortar, sobretodo en Cabaiguán que clasifica hoy entre los tres municipios más productivos de Cuba y tiene la responsabilidad contribuir al balance alimenticio de más de cuarenta mil habitantes de la cabecera provincial y de Trinidad, lo cual quiere decir que no todo lo que se cosecha aquí, aquí se queda”, refirió a esta emisora Rowin Guevara Odelín, Presidente de la ANAP en el municipio.
Transcurrido el primer semestre de 2020, Cabaiguán exhibe la entrega de poco más de 25 libras per cápita de viandas, hortalizas, frutas y granos a la población, de las treinta previstas, todo lo cual, además de las causas aquí descritas, está determinado por persistentes deficiencias en la contratación, la intensa sequía, la escasez de sistemas de riego y el escaso control de los destinos de las producciones.
