En el acto, a propósito de celebrarse el aniversario 23 del Programa de Trabajadores Sociales, los cabaiguanenses reverenciaron el legado del Comandante en Jefe con la firma del Código de Ética
Por: Lillipsy Bello Cancio
Justamente el día que cumplió el programa 23 años de creado los trabajadores sociales cabaiguanenses reverenciaron el legado del Comandante en Jefe con la firma del Código de ética que conduce el quehacer de estos profesionales a quienes Fidel bautizó como médicos del alma.
En el acto que tuvo por sede la Casa Canaria de la localidad, en tanto sede cultural insigne de este pedazo de Cuba, se reconoció la entrega, compromiso y pasión de Giusel Ramírez Díaz, quien por allá por el año 2000 fuera convocada y lideró la creación del proyecto en este municipio y condujo sus designios por diez años.
Por contar 22 años de trabajo social en Cabaiguán fue exhaltado el quehacer de Yinet Rivera Caraballo y por conducir la labor de dicho ejército en el territorio y hacerlo con calidad, exigencia y responsabilidad la de la joven Araí Gómez Quintanilla.
Una década de consagración al trabajo en la comunidad, allí donde más necesarios son, le valieron a Zoima Manso Cantero, Yaíma Páez Figueroa, Geidi Hernández Sánchez, Anyelín Simón Lumpuy y Nisleidy Hernández Álvarez la gratitud de un colectivo que tal y como afirmara el poeta “aprenden a escuchar el silencio y lejos de dar, reciben cada día”. Los médicos del alma cabaiguanenses suscribieron su Código de ética, este 10 de septiembre, en ocasión del vigésimo tercer aniversario de dicha idea del Comandante, en presencia de Yuleisy Cancio Sánchez, Primera Secretaria del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba, Laritza Concepción del Toro, Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular y Léster Alain Alemán Hurtado, Intendente de Cabaiguán.
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