Las mujeres se destacan aquí en los sectores de la salud, la biotecnología, educación superior y la agroindustria
El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, promulgado por Decreto Presidencial en Cuba hace ya casi dos años, ha contribuido al empoderamiento económico de las féminas espirituanas, quienes realizan múltiples funciones en los más diversos sectores.
Por ejemplo, se destacan en la gestión de la ciencia, la investigación e innovación, con el diseño y producción de resultados de impacto provincial y nacional en los sectores de la salud, la biotecnología, la educación superior y la agroindustria, entre otros.
Además, aquí ellas despuntan por su participación en eventos científicos, talleres y fórums; así como en la coordinación de proyectos internacionales y en la continua elevación de su nivel académico, evidente en que más de la mitad de los doctores en Ciencias del territorio son del sexo femenino.
Por otra parte, en la actualidad cerca del 40 por ciento de los ocupados en la economía espirituana son féminas, principalmente en el sector estatal; y después de implementada la Tarea Ordenamiento más de 3 800 mujeres se han vincularon a diferentes sectores de la economía como el tabacalero, de la salud y del turismo, fundamentalmente en los municipios de Yaguajay, Cabaiguán, Sancti Spíritus y Trinidad.
No obstante, según el informe presentado en el más reciente Consejo de Gobierno en el territorio, se deben potenciar empleos de calidad que respondan a las necesidades de las mujeres y a las estrategias de desarrollo económico concretas en cada lugar, incluidos los nuevos actores económicos y el rescate de oficios considerados no tradicionales para ellas.
Además, sugiere a los empleadores continuar trabajando en la creación de condiciones adecuadas de trabajo para el sector femenino, principalmente en las zonas rurales y del Plan Turquino.
El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres en Sancti Spíritus también ha posibilitado proteger a decenas de féminas con prestaciones de la asistencia social, sobre todo a madres con hijos que padecen discapacidad severa.
Asimismo, se ha protegido a mujeres trabajadoras que ocupan puestos imprescindibles para el desarrollo del país con la ubicación en sus hogares de más de 800 asistentes sociales a domicilio para el cuidado de personas con discapacidad y adultos mayores.
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