Buscar cada vez las alternativas para el control y la sistematicidad constituye prioridad en Cabaiguán, lo cual se puedo constatar en la más reciente sesión de la Asamblea del Poder Popular en este territorio
Por: Lillipsy Bello Cancio
“En el complejo arte de administrar recursos, sobre todo aquellos que pertenecen al Estado que es como decir que pertenecen al pueblo, una premisa tiene que signar cada decisión: no se puede gastar más de lo que se tiene”, reflexionó Yuleisy Cancio Sánchez, Primera Secretaria del Comité Municipal del Partido Comunista de Cuba en Cabaiguán con los delegados a la Asamblea del Poder Popular en este territorio, durante la recientemente celebrada vigésimo primera sesión ordinaria de dicho órgano, correspondiente al 18 período de mandato.
La dirigente política y los representantes de cada una de las circunscripciones cabaiguanenses compartieron criterios en cuanto al control que las entidades presupuestadas del municipio ejercieron sobre sus finanzas durante el recién concluido 2024, actitud que deben continuar consolidando este año, pues ni Salud (99.9%), ni Cultura (99.1%), Educación (96%) el INDER (92.3%) o Comunales (90%) se excedieron en los gastos previstos para garantizar sus funciones claves, a pesar de los incrementos salariales aprobados por la máxima dirección del país para los dos primeros.
Los delegados de este pedazo de Cuba reconocieron la prioridad que la dirección del municipio le otorga a las problemáticas sociales y la asignación de recursos para su solución. Apenas un par de cifras ilustran el anterior planteamiento: más de 6 millones de pesos fueron destinados a la transformación de 15 barrios en situación de vulnerabilidad, alrededor de 20 millones a la asistencia social con lo cual fueron beneficiadas 598 familias o lo que es lo mismo más de 23 mil cabaiguanenses, y, por si fuera poco, el 78% del total de los gastos previstos en el presupuesto del año pasado se destinaron a los sectores sociales para garantizar servicios básicos a la población.
Claro, que en materia de planificación y ejecución de recursos financieros en esta demarcación no todo está dicho o es color de rosas (tal y como reza el refrán), ya que no siempre el hecho de quedarse por debajo de las cifras planificadas es signo de eficiencia, pues, para haber dejado de utilizar el 10% del presupuesto se tienen que haber dejado de cumplir varias acciones que de alguna manera hubieran beneficiado al pueblo, este pueblo.
Por otra parte, prevalece la insatisfacción de que Cabaiguán, teniendo condiciones y posibilidades de incorporarse al grupo de municipios superávitarios de la provincia, y a pesar de que en varios meses del año lo logró y de que los ingresos cedidos se sobrecumplieron en el orden del 41.3%, al cierre del período no logró revertir el déficit fiscal, ya que dichos ingresos apenas alcanzaron para cubrir el 70% de los gastos del territorio.
En este escenario (que no es muy diferente al del año anterior), cuando el 2025 recién comienza su andar y cuando ya el primer mes del año concluye, los delegados, directivos y las máximas autoridades políticas y gubernamentales de Cabaiguán coinciden en que el control sigue siendo la palabra de orden: control al presupuesto, a quienes tienen el deber de administrarlo y a quienes intentan evadir sus obligaciones fiscales y hacerlo desde el primer día. Las lecturas a las enseñanzas aprendidas hasta el momento no pueden convertirse en “letra muerta”. De lo contrario, estaríamos faltando al sagrado deber de utilizar y hacerlo bien, los escasos recursos que el Estado destina a la satisfacción de un pueblo ávido de ver cómo esos números se revierten en sus platos cada noche, en su rutina diaria, en su calidad de vida…
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