El examen se realiza, fundamentalmente, a casos sospechosos, contactos de personas positivas a la enfermedad o con test rápidos positivos, según autoridades sanitarias.
Más de 4 100 pruebas de PCR en tiempo real para detectar la presencia del SARS-CoV-2 se han aplicado en Sancti Spíritus, estudios que continúan, aunque los últimos cinco casos registrados en el territorio son viajeros procedentes del exterior.
El doctor Carlos Ruiz Santos, subdirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, señaló que dichas pruebas se realizan a todos los casos con interés epidemiológico, díganse sospechosos con infecciones respiratorias, contactos de personas positivas a la enfermedad o con test rápidos positivos.
El examen se le ha aplicado, además, a los viajeros que transitan por los diferentes centros de aislamiento y de cuarentena habilitados en la provincia, y al personal de salud vinculado al combate contra la COVID-19.
Más de 7 760 test rápidos, otro valioso sistema de diagnóstico de la enfermedad, se han aplicado en esta provincia cubana, y en estos momentos se mantiene su realización a todos los viajeros procedentes de La Habana, a transportistas que recorren el país con frecuencia y a los trabajadores de las cadenas de tiendas del territorio.
Igualmente, en casos puntuales, se realizan en instituciones sociales como hogares de ancianos, casas de abuelos, hospital psiquiátrico y centro psicopedagógico, añadió Ruiz Santos.
Aunque en las últimas semanas la tasa de incidencia de la COVID-19 en la provincia se mantiene en cero pues no se ha reportado ningún caso de contagio en el propio territorio, autoridades sanitarias instan al estricto cumplimiento de las medidas de control y protección vigentes en la tercera fase recuperativa.
Existe la experiencia de La Habana —subrayó el directivo de Salud—, donde la indisciplina y la violación de un grupo de medidas han provocado un retroceso en la evolución que ha tenido la epidemia en el país.
La población espirituana —puntualizó— deberá mantener el uso del nasobuco en lugares públicos y cerrados donde exista concentración de personas y, fundamentalmente, para la entrada a los centros del sistema sanitario.