Las espirituanas constituyen el 20 por ciento de esta fuerza en la provincia. El trabajo comunitario se fortalece con las brigadas FMC-ANAP.
La enorme fortaleza de las espirituanas para intervenir con su desempeño en diversas labores agropecuarias de la provincia se evidencia con el notable crecimiento acontecido en el sector cooperativo y campesino entre el 2014 y el 2019.
Al cierre de octubre, 5 746 mujeres formaban parte de las organizaciones campesinas; es decir, el 20 por ciento de los asociados del territorio, con presencia, incluso, en todas las estructuras de base.
A juicio de Lidia Esther Rodríguez Gómez, miembro del Buró Provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), cada vez son más las espirituanas interesadas en incorporarse a las labores del campo. Así, por ejemplo, sobresalen las 1 292 propietarias de tierra y las 946 que son usufructuarias, las cuales se vinculan a la producción tabacalera y cafetalera, la cría de ganado, los cultivos varios y la apicultura, fundamentalmente.
“En el último quinquenio hemos crecido en todos los indicadores relacionados con la labor de la mujer campesina, sobre todo en el de las asociadas con familiares que son propietarios de tierra, indicador en el que, de 1 967 en el año 2014, hoy está en 2 449. Pero también se destaca la presencia femenina en cargos de dirección a nivel de cooperativas, y por primera vez, tres compañeras se desempeñan como presidentas de la ANAP en los municipios de Sancti Spíritus, Trinidad y Cabaiguán”, destacó.
La propia fuente hizo énfasis en el trabajo conjunto que desarrolla la Federación de Mujeres Cubanas y la ANAP en la creación de 215 brigadas, una por cada cooperativa de la provincia, las cuales se vinculan directamente a las comunidades donde están enclavadas para la realización de importantes tareas en el orden económico, productivo, social, educativo y cultural.