Eran tiempos, en los años 80 del pasado siglo, en los se hacía cultura verdadera, sin recursos se hacía mucho, con algún recurso salían cosas extraordinarias. Eran tres o cuatro instructores en la Casa de Cultura de Cabaiguán, algunos en la foto, y tenían grupos teatrales, varias danzas, muchas artes plásticas. Existían los aficionados a la cultura, esos que movían al mundo e instructores con deseos de trabajar.