Bogotá, 8 jun. Cumplir plenamente el Acuerdo de Paz será un reto para quien gane la segunda vuelta electoral en Colombia ante el poco avance hoy de ese pacto firmado en 2016.
El Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame, miembro de la misión de verificación del Acuerdo de Paz en este país, reveló que el compromiso rubricado entre el gobierno de Juan Manuel Santos, en representación del Estado, y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), solo se ha completado en el 30 por ciento.
Entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021 solo el dos por ciento de las disposiciones del acuerdo se cumplieron, agregó esa entidad.
Recomienda en tal sentido reforzar temas relacionados con la sustitución de cultivos ilícitos, entrega de tierras a campesinos, mayor apoyo económico a los excombatientes de las FARC-EP, prevención de asesinatos a líderes sociales y exguerrilleros en proceso de reincorporación, crímenes incrementados en los últimos años.
Luego de analizar 23 mil 487 eventos de implementación del acuerdo, recogidos en 578 disposiciones, 18 temas y 70 subtemas se pudo concluir que los avances pueden medirse en un 37 por ciento, en tanto el 15 por ciento del acuerdo todavía no ha tenido el primer evento de implementación, puntualizó el Instituto Kroc.
De ganar las elecciones, el candidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, asegura que la paz es un nuevo contrato social para garantizar los derechos fundamentales de la gente en particular de las víctimas.
Señala en su programa de gobierno que el Pacto Histórico es la paz, un gran tratado de paz para Colombia.
«Nuestro objetivo es superar la violencia y generar una cultura de paz para alcanzar la paz completa y el buen vivir de la población, por ello cumpliremos a cabalidad los acuerdos de paz con las FARC-EP y retomaremos las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional para finiquitar la existencia de la insurgencia armada en Colombia a partir del diálogo político», señala.
Agrega que su gobierno implementará un proceso pacífico de desmantelamiento del crimen organizado mediante la vía del diálogo y sometimiento a la justicia de los diversos grupos multicrimen y organizaciones ligadas al narcotráfico.
Asimismo, cambiará el paradigma de la guerra contra las drogas por el de la regulación y garantizaremos la reparación integral de las víctimas.
«Construiremos y acordaremos la política pública de paz, reconciliación y convivencia con el Consejo Nacional de Paz, tal y como está establecido en el punto 2.2.4 del Acuerdo Final de Paz», refiere el Pacto Histórico.
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