domingo, noviembre 24El Sonido de la Comunidad

¿De qué Patria vienen a hablarnos?

Estatua de José Martí en el Parque con su mismo nombre

Por: Lillipsy Bello Cancio

¿De qué Patria vienen a hablarnos?, ¿A qué vida se refieren cuando de defender el más elemental derecho humano se trata?… Si no fuera por lo insultante del asunto, si no fuera porque se trata del más sublime sentimiento enarbolado hasta por quienes viven del otro lado del mundo, si no fuera porque constituye uno de las más flagrantes faltas de respeto que hemos tenido que presenciar… hasta risible pudiera parecer.

Desde hace unos días una canción circula por las redes: “Patria y Vida” se titula la composición, aplaudida por no pocos, rechazada por los hombres dignos de esta tierra y condenada por quienes tienen los más elementales conocimientos de la historia de esta Isla Bella.

Un intento de desacreditar la frase que nos ha traído hasta aquí, 60 años después de que un montón de barbudos subieron a la Sierra, desenvainaron su rebeldía y echaron mano a lo más genuino de un amor por la tierra que los vio nacer y en la que sus hijos, dueños únicamente de la pobreza, coartados en sus derechos más básicos, sufrían las consecuencias de una tiranía cruel y sangrienta, nos hicieron libres.

¿Trancao el dominó después de seis décadas en la que nos hicieron más íntegros? ¿Trancao un dominó en el que sí, tenemos un montón de limitaciones económicas y deficiencias internas que nos impiden vivir mejor, pero que ellos golosean desde la distancia, añoran diariamente, con una extraña mezcla de “deseos de volver” y “ánimo de matar”? ¿Trancao un dominó al que no han podido “derrumbar” más de una decena de Presidentes norteamericanos? ¿Trancao, de verdad, un dominó al que le han invertido millones y cuando creen que terminó la partida, les sacamos la ficha que jamás imaginaron?

¡Y cómo si fuera poco, aluden a la música! Otro de nuestros más preciados bienes patrimoniales: ¡Ustedes, Yotuel, Alexander, Descemer, Randy, Maikel, entérense que desde La Bayamesa, de Céspedes, Castillo y Fornaris, escrita en 1851, hasta “Me dicen Cuba”, en la que Alexander Abreu insertó, en medio del son trepidante, las notas del Himno de Bayamo, la Patria ha sido cantada una, diez, mil veces, en sus más limpias y entrañables esencias… y esto porque un pueblo con música en el alma, es sentido de pertenencia, es arte, es un país!

En el engaño de pasar por genialidad, lo mediocre se vale de dos trampas: el maquillaje y el oportunismo. Hay derroche de ambos en el folleto anticubano llevado a video clip allá en Miami. Las luces de colores, el artificio informático, el acorde fácil y dos o tres famosos de paso por la moda musical de turno en el mercado, embadurnan la pésima factura de una pieza que se pretende política. Tal es el maquillaje.  

¡Ah! Pero no para ahí: estos “creadores”, se creen descubridores de un agua tibia que se ha calentado tanto que hierve: ¿pero de verdad se creen que nosotros, los de aquí, no pensamos, no tenemos criterio, que desde esa otra orilla tienen que venir a “ilustrarnos” estos entendidos de la realidad cubana?… ¡cómo si aquí no tuviéramos intelectuales, profesionales, obreros, gente de cualquier procedencia, con la suficiente experiencia, preparación, conocimientos, valentía y “patriotismo” que han dicho más y mejor, a lo largo de 60 años!

Ya lo señaló el Apóstol, quien nos sigue advirtiendo desde la presencia de su palabra escrita: “Disfraz abominable y losa fúnebre son las sonrisas y los pensamientos cuando se vive sin Patria, o se ven en garras enemigas un pedazo de ella”…. Por eso… por eso, en este caso, no se trata de patria y vida…. De lo que se habla aquí es de “¡PATRIA O MUERTE!”

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