El criterio fue emitido por el coordinador residente de la ONU, Francisco Pichón, en la primera jornada del XI Congreso Internacional sobre Desastres y la VII Conferencia Internacional de Bomberos
La Defensa Civil de Cuba es conocida a nivel internacional y su estrategia para la reducción de riesgos de desastres es una verdadera fortaleza para el país caribeño, aseguró este martes un funcionario del sistema de Naciones Unidas.
“No es exagerado decir que la mayor de las Antillas se convirtió en una escuela en materia de Defensa Civil”, manifestó el coordinador residente del organismo internacional, Francisco Pichón, al hacer uso de la palabra en la primera jornada del XI Congreso Internacional sobre Desastres y la VII Conferencia Internacional de Bomberos.
Son muchos años de trabajo, siempre encaminado a evitar las pérdidas de vidas humanas y daños materiales ante el impacto de eventos meteorológicos como huracanes y ciclones, explicó Pichón en el capitalino Palacio de Convenciones.
La labor de los centros de reducción de riesgos de desastres con el acompañamiento del Sistema de Naciones Unidas contribuye al éxito, además trabajamos juntos en otros proyectos, dijo el directivo.
Cuba fue puesta a prueba ante los desafíos más difíciles, gracias al clima de confianza, respeto y mutua colaboración podemos coordinar más acciones, acotó.
Hemos sido testigo de la actuación exitosa de la Defensa Civil en eventos como la explosión en el capitalino hotel Saratoga, la base de supertanqueros en la occidental provincia de Matanzas y el destructivo huracán Ian, subrayó.
Fui testigo, junto a otros funcionarios de otras agencias de las Naciones Unidas, como es priorizada la entrega de ayuda a los más damnificados, resaltó Pichón.
En Cuba no solo se combate ciclones y huracanes, sino otros eventos como la sequía, epidemias, y de conjunto con el Sistema de Naciones Unidas nos estamos preparando para responder a un movimiento sísmico de gran intensidad en la región oriental del archipiélago, expresó.
El número y la agresividad de los ciclones que azota al Caribe se incrementaron, lo cual es una consecuencia de las temperaturas de las aguas y los efectos del cambio climático, explicó el funcionario.
De ahí que la resiliencia de Cuba ante estos fenómenos será cada vez más relevante e indispensable, ya no solo para beneficios de la isla, sino para compartirla con otros proyectos e iniciativa como parte de la colaboración Sur-Sur, subrayó.
Países como Jamaica, Trinidad y Tobago, Guyana y República Dominicana, entre otras naciones, ya cuentan con centro de gestión de desastres con asesoría de expertos cubanos.
El Sistema de Naciones Unidas quiere potenciar el trabajo de conjunto con las autoridades cubanas, que comparten sus experiencias en otras latitudes en respuesta a los desastres, dijo.
“Los desafíos de Cuba son también nuestros desafíos”, sentenció Pichón.
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