Eric González Conde y Rosa María García Garzón son dos de los principales exponentes de la literatura en Cabaiguán y su obra ha contribuido a la formación de nuevos escritores y aficionados a las artes
Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
A propósito de la etapa veraniega los trabajadores de la Cultura, los escritores y demás aficionados, realizan sus presentaciones de libros y charlas literarias, cabe, y de manera muy justa, recordar a dos figuras que fueron y son, pilares de la difusión literaria en el territorio.
Mencionar a Eric González Conde entre los cabaiguanenses, es evocar a su familia Tosco. Sus trabajos y premios en concursos nacionales fueron numerosos. Se recuerda uno de los primeros con el Gran Premio Nacional de Humorismo, otorgado por la casa del Joven Creador en La Habana. Después sus presentaciones en concursos y sistemática labor, le llevaron «machacando almendras», hasta el reconocimiento popular.
Con intensa actividad en el Taller Literario Rubén Martínez Villena, de Cabaiguán, Eric se destacó entre los grandes de la creación y su actividad fue reconocida en diferentes escenarios, entre ellos en el Museo Municipal. Hoy, a pesar de estar distante de su terruño, se mantiene unido a los creadores.
Esta imagen tomada por la instantánea de un fotógrafo local en 1986, reúne a dos de esos grandes de la literatura de los primeros años. Y muy oportuna ver la imagen de la poetisa Rosa María García Garzón formadora de escritores y poetas.
Hay que destacar en letras mayúsculas, cuánto deben diferentes escritores de varias generaciones al trabajo de Rosa María. Su atención a talentos con discapacidad, su ahínco en buscarle la publicación de sus obras y su disposición de siempre a colaborar con la Literatura y con las actividades que programa Cultura Municipal, para difundirla.
Recorrer las páginas de viejos y modestos plegables trimestrales, impresos en la imprenta local y mirar los viejos archivos fotográficos, es palpar cuán importante es la labor de nuestros escritores. Y hoy, con grandes dificultades y con tremendo empeño continúan llevando la cultura en sus libros y propiciando que niños y jóvenes tengan un mejor verano literario. Las palmas para nuestros escritores y eterno reconocimiento a Eric González con su familia Tosco, así como a Rosa María con su Palitroche.
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