sábado, noviembre 23El Sonido de la Comunidad

Esclarecen dudas sobre manejo de cadáveres sospechosos o confirmados de COVID-19

Varias dudas persisten en la población cabaiguanense relacionadas con el protocolo establecido e implementado en estos momentos para el manejo de los cadáveres de sospechosos o confirmados con la COVID-19

Se tiene que exigir por el respeto a la dignidad de los cadáveres.

Por: Lillipsy Bello Cancio

Tema de una altísima sensibilidad y que requiere igual nivel de responsabilidad de cada una de las partes implicadas en un proceso que se ha establecido desde fechas muy tempranas y poco tiempo después de que fueran diagnosticados los primeros pacientes positivos al SARS COV- 2 aquel 11 de marzo y que se ha venido actualizando desde que falleció el primer cubano hasta la actualidad.

Y es que, sobre la base de las experiencias acumuladas en más de un año de enfrentamiento a la Pandemia, y sobre todo, debido a la alta letalidad de las cepas que han ido apareciendo en el mundo, muchas de las cuales están afectando a nuestra población en Cuba, se ha revisado todo lo concerniente a dicha cuestión, considerándose necesario incorporar nuevos aspectos en este protocolo, así como ampliar algunos de los existentes. 

 “La Voz de Cabaiguán salió en la búsqueda de respuestas a las principales interrogantes de la población y encontró las puertas siempre abiertas del coordinador de Programas y Objetivos del Consejo de la Administración Municipal, Enrique Hernández Lausao, quien, desde sus funciones atiende el programa en cuestión.

A través de él esta emisora pudo precisar que la manipulación de los cadáveres, tanto por el personal del servicio de salud como de los servicios necrológicos, deberá realizarse estando unos y otros protegidos y aclaró que deben ser manipulados lo menos posible, para evitar cualquier tipo de accidente o descuido que provoque el contagio de cualquiera de estos profesionales. 

“Se tiene que exigir por el respeto a la dignidad y el decoro de estos cuerpos, por lo que no se permitirá sean fotografiados ni filmados, ni exhibidos ni ultrajados de ninguna manera”, aseguró el funcionario, consciente de la inevitable y lastimosa presencia de algunos inescrupulosos que con diversos fines pudieran realizar dichas acciones.

 Con la adopción de estas medidas, señaló Hernández Lausao, “pretende evitarse también la transportación de cadáveres confirmados de COVID-19 entre provincias, así como fuera del país y de igual forma el conservar el mismo, por cualquier medio para su exposición posterior, no importa sea una razón social, religiosa o de otro tipo. En casos excepcionales sólo podrá hacerse con el permiso de la autoridad sanitaria actuante”.

Así mismo ratificó a que no existe obligación en Cuba de velar los fallecidos, por lo que es posible solicitar un servicio fúnebre con entierro directo y aclaró que podrá realizarse el velatorio o exposición, siempre que las circunstancias lo permitan, lo que estará ajustado en las condiciones actuales a las limitaciones que implica la aglomeración de personas en ese acto y la necesidad de mantener un distanciamiento físico, así como el cumplimiento de otras medidas higiénicas y epidemiológicas que están establecidas. “Por lo general se limita en el tiempo de duración estas exposiciones, casi siempre a un máximo de hasta dos horas”, puntualizó.

El funcionario añadió que no se admite la celebración de ritos de ningún tipo en los lugares de exposición que impliquen la violación de las regulaciones establecidas por la autoridad sanitaria, tanto en velatorios como en funerarias, casas particulares, o en cualquier otro lugar donde sea llevado a cabo el mismo.  

Por último, esta emisora conoció que el enterramiento o incineración del cuerpo se hará obligatoriamente en todos los casos dentro de las veinticuatro horas posteriores a la defunción, excepto que se disponga otra cosa por resolución judicial o que medie autorización sanitaria, y dilucidó que se puede realizar el enterramiento de los fallecidos sospechosos o confirmados de COVID-19 con el mismo procedimiento a los que fallecen por cualquier otra causa de muerte habitual, excepto que los de COVID-19 siempre deberá estar el cuerpo colocado dentro de la bolsa hermetizada, y esta dentro del féretro correspondiente, el que no podrá abrirse en ningún caso, así como que no es obligatoria la incineración del cadáver.

En definitiva, es este un tema que ha generado insatisfacciones y dudas. Ofrecer descanso digno a nuestros muertos es cuestión de principios y tradición en Cuba. La COVID- 19 ha mutilado familias y sesgado vidas en plenitud de la existencia de no pocos cabaiguanenses. Aliviar el dolor de los seres que lamentan la pérdida de un ser querido tiene que ser, entonces, obligación y prioridad para los responsables de cada momento.

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