Yunior Lara se la juega al pegado casi todos los días desde que la COVID-19 comenzó a extender su negro manto sobre Cabaiguán, su ómnibus rural (449) es uno de los destinados para el traslado de sospechosos y hasta positivos ahora cuando la coyunda está a punto de partirse
Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Cuando los vecinos de Cabaiguán ven transitar por su cuadra el ómnibus 449 se le erizan hasta los pelos, el vehículo es uno de los encargados de prestar servicio en la recogida de las personas que de alguna forma o son positivos o se tienen dudas de su situación sanitaria con respecto a la COVID-19, sin embargo el chofer Yunior Lara ya considera su misión como algo normal, pero en la que jamás se confía y toma cuanta medida sea necesaria para que el bicho no se le prenda del cuerpo, mientras tanto comenta: ¡”Pa`lante que esto se acaba algún día!