El Cantor Erástamo de la Cruz Fajardín Valdivia fue un excelente repentista de Cabaiguán que nació en la finca La Margarita, hoy Curva de Punta Diamante

Por: Hugo Crespo Crespo
El 27 de febrero de 2003, dejó de existir de forma física, Erástamo de la Cruz Fajardín Valdivia, en la CPA Juan González, poeta repentista conocido como El cantor de las bellezas.
Farjardín nació el 3 de mayo de 1928 en la finca La Margarita, hoy Curva de Punta Diamante, después se trasladó a vivir para Cuatro Esquinas de Santa Lucía, más tarde se radicó en Cabaiguán y sus últimos años de vida los pasó en la CPA Juan González donde murió hace 22 años.
Según refieren las escritoras Marlene García Pérez y Mirta Zenaida Estupiñán González, en Diccionario de la literatura de Cabaiguán, este reconocido hombre de versos e improvisación trabajó en escogidas de tabaco de forma esporádica en las décadas del cuarenta y cincuenta. Además, fue locutor de varios programas en esta última década en las emisoras de Fomento, Placetas y Sancti Spiritus.
Con su obra poética participó en los programas Guateque en la agricultura y Palmas y cañas, así como en el programa Pinceladas campesinas de La Voz de Cabaiguán.
Este Cantor de las bellezas, también fue miembro del taller literario Rubén Martínez Villena desde 1978 y fundador del Herminio Mirabal desde 1987. Durante los años 1975,1978 y 1984, participó en el Festival Nacional Cucalambé y obtuvo premio de Décima Mariscal Grandales, 1985.
Sus décimas aparecieron publicadas en Simientes, Vitrales y Escambray y en las antologías Trovadores del pueblo de la Universidad Central de Las Villas, 1960, en Toda luz y toda mía, Antología de Décima espirituana, 1996, y Todo el amor en décimas, publicada en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, por la Editorial Benchomo en el año 2000.
Cuentan quienes lo conocieron que Fajardín tenía una memoria prodigiosa, capaz de recitar un poema compuesto por el mismo que tiene más de cuatrocientas décimas. Esta obra maestra de este humilde campesino cabaiguanense, impactó en un grupo de extranjeros que le ofrecieron cierta cantidad de dinero, a lo que el poeta se negó.
En una ocasión se presentó en uno de los concursos de la Jornada Cucalambeana en Las Tunas y les dijo a los presentes antes de competir que el premio era suyo y que él fue a ganar. Fue entonces que los jueces le pusieron el pie forzado: “persiguiendo los cachorros”. Entonces así improvisó:
Ahora me recuerdo yo,
cuando en el campo vivía,
una perra que venía,
que todo me lo acabó.
Solamente me dejó,
dos tristes gallos machorros,
y compré con mis ahorros,
un arma y maté a la perra,
y es hoy que voy por la sierra,
persiguiendo los cachorros.
Según Roberto García Cepeda, periodista, investigador, coleccionista, recolector-historiador, esta grabación se encuentra en los archivos de Radio Rebelde.
Los últimos días de Eréstamo Fajardín en Cabaiguán, pasaron en silencio, sin ser conocido como merecía a altos niveles de la sociedad. Su inteligencia innata y su habilidad para improvisar era para ubicarse en cimeros lugares de la literatura cubana. Sus obras pudieron ser publicadas y divulgadas entre multitudes y este Cantor de las bellezas, muy lúcido para quienes supieron valorar su grandeza, fue y será una estrella que alumbró con luz propia el camino de un talento que a muchos cautivó y dejó una huella del verso improvisado en este sitio del centro de Cuba. Hoy quienes tenemos la obligación de recuperar parte de su faena artística, haremos lo indecible para colocarlo en el lugar que merece y dar a conocer su vida y obra en las presentes y futuras generaciones cultores de la música campesina y la décima.
Publicación Recuperada:
Más de una década apostando por la socialización de las investigaciones históricas en Cabaiguán