No encontró mejor lugar el gato, quiere ser una flor y desde pequeño duerme en la maceta de barro.
Foto: Aramis Fernández
Ya le va quedando pequeña la cama al gato, pero el sigue soñando en ser una flor o cualquier otra planta ornamental, descansa a pierna suelta y se las arregla para que todo su cuerpo quepa dentro del recipiente.
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