Por: Aramis Fernández Valderas
La finca situada en las afueras de Cabaiguán, rumbo a la Villa del Yayabo, por entonces llamada Ceibacoa y donde en la actualidad apenas quedan unas aisladas palmas reales, fue protagonista hace 152 años de un trascendental acontecimiento, que permite considerarla como la cuna del alzamiento independentista de la Guerra de los Diez Años, en la jurisdicción espirituana.
Es conocido que el precursor de las luchas separatistas en esta región, fue Honorato del Castillo Cancio, quien alcanzó durante la contienda los grados de general y que cayera en fecha tan temprana como el 20 de julio de 1869.
Encontrándose este en La Habana, se vinculó a sectores independentistas, integrándose a un núcleo conspirador organizado por Perucho Figueredo, autor del Himno de Bayamo, el cual había sido enviado por Carlos Manuel de Céspedes, uno de los principales jefes separatistas, a la capital para realizar conexiones.
Al estallar el alzamiento en el ingenio La Demajagua, Honorato decidió organizar a los patriotas espirituanos y luego de tomar incontables precauciones, partió de forma incógnita hacia su tierra natal, el 20 de noviembre de 1868, acompañado por Luis de Ayestarán, luego diputado en Guáimaro, y su amigo cabaiguanense Juan Pablo Arias Serrano.
Utilizando nombres falsos para eludir la persecución colonialista, los tres viajaron hasta la ciudad de Cárdenas, donde abordaron el vapor “El Veloz Cayero” que cubría la ruta entre ese puerto y el de Caibarién; inmediatamente se trasladaron a San Juan de los Remedios donde Alejandro del Río, activo conspirador, los ocultó en su finca llamada Guanajibe y les facilitó caballos, provisiones y un experimentado práctico para trasladarlos a su destino.
Honorato y sus compañeros llegaron a territorio cabaiguanense y se instalaron en la mencionada finca Ceibacoa, propiedad del patriota José Pérez Pentón -solamente a un kilómetro del puesto militar español en el poblado-, donde los esperaba toda la dirección revolucionaria espirituana, precisando allí, de manera inmediata, los planes para el futuro alzamiento, que exitosamente se llevó a cabo en diferentes puntos, el 6 de febrero de 1869.