Maní, manisero, maní,
Si te quieres por el pico divertir
cómprate un cucuruchito de maní.
Por Moisés Simmons
Cuando la calle sola está,
casera de mi corazón,
el manisero entona su pregón.
Y si la niña escucha su cantar
llama desde su balcón.
Dame de tu maní,
Esta noche no voy a poder dormir
sin comerme un cucurucho de maní
qué calentico y rico está,
ya no se puede pedir más.
Ay, caserita, no me dejes ir
porque después te vas a arrepentir
Y va a ser muy tarde ya.
Maní, manisero se va,
caballero, no se vayan a dormir
sin comprarme un cucurucho de maní.
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