Aún en Cabaiguán quedan algunas piedras de aquellos molinos que eran típicos en casa de los campesinos, fundamentalmente en la de los isleños provenientes de las Islas Canarias.
Por: Aramis Fernández
Los granos de maíz y otros se depositaban por el centro y el moledor daba vueltas a la piedra que estaba encima, más tarde el molino de piedras se estilizó y se hacía una perforación en uno de los extremos para situar en el mismo un madero y así dar vueltas y vueltas por un rato. Créame, a cualquiera se le quitaban los deseos de comer harina.
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