Grandes rocas, saltos de agua, no como el Niágara. Habitual balneario de quienes estudiaron en el IPUEC Elcire Pérez, hace ya algunos añitos. El Saltadero es recuerdo, escapadas, un tin de alcohol o vino. Ropas húmedas de amor adolescente. Es más que el tramo de un río. Pequeño salto de agua, para tantos es más que el Niágara.
Por: Aramis Fernández
Ahí está, esperando porque alguien se enamora del sitio y confeccione algunas cabañas, el turismo de naturaleza es aprovechar cada espacio por pequeño que sea para que las personas salgan de la aburrida cotidianidad, tal vez haya emprendedores que presenten proyectos, no solo en el Saltadero, sino en toda la cuenca del Zaza, las montañas de Cabaiguán que son parte del Escambray y hasta en los sitios de los agricultores.
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