Este 5 de septiembre la emisora municipal CMGI, La Voz de Cabaiguán, cumple 19 años de labor en función de ser “el sonido de la comunidad”
Era un agosto como otro cualquiera aquel del año 2004 para los que luego fundaron la planta radial CMGI, La Voz de Cabaiguán. Unos de vacaciones, otros vinculados a trabajos temporales del verano en diferentes lugares de Cuba. A ninguno de ellos les pasó por la mente que unas semanas más tarde serían protagonistas de un trascendental suceso cultural para los cabaiguanenses, con futuro alcance universal.
El proyecto de nuevas emisoras para los municipios formó parte de una estrategia nacional con el fin de que respondieran de manera directa a las necesidades locales, para lo cual se destinaron los recursos vitales y se organizó el proceso de instalación en muy breves plazos.
“En las vacaciones de ese año se conocía que tendríamos una emisora en Cabaiguán. Cada cual estaba en su sector. Yo estaba haciendo radio y actividades culturales en el Campamento Ismaelillo, junto a otros colegas. Después del día 20 de ese mes nos llamó Aramís Fernández Valderas, el primer director que tuvimos, y nos dio la noticia”, recuerda Hugo Crespo Crespo, quien formó parte de aquel grupo que lideró las primeras trasmisiones.
Frescas en sus mentes están aún las peripecias que cada uno tuvo que hacer para causar baja de sus antiguos centros de trabajo e incorporarse a las primeras tareas orientadas por el presunto director, apegadas de inicio al cemento, el ladrillo, la arena, la escoba y la pintura.
Sin antecedentes inmediatos ni experiencias directas relacionadas con el trabajo de la radio en el municipio —limitado a las décadas del 30 al 50—, una docena de profesionales se lanzó esta vez a la desafiante aventura de fundar una nueva planta radial y capacitarse para hacerlo con calidad.
Las viejas demandas socioculturales de una población con profundas tradiciones culturales que siempre añoró tener su propia emisora vieron luz en momentos en que los recursos humanos y materiales estuvieron al alcance.
Hablar de aquella primera salida al aire trae a los ojos de María Elena Pernas, locutora y fundadora, un brillo especial. Mira hacia arriba en acto de clara reminiscencia y las palabras le salen con facilidad: “Decirnos unos días antes que en septiembre saldríamos al aire fue una tremenda expectativa. Cuando llegamos al local en preparación no había nada que se pareciera a la radio, pero hicimos de todo para que buena parte del pueblo se concentrara frente a la planta radial y escuchara la primera transmisión”.
De lujo fue la selección de aquella apertura que quedó para la posteridad en las mentes de los que vivieron el momento y en una vieja grabadora de cinta de la familia Expósito-Plasencia, que reside muy cerca de la propia emisora.
A las cinco de la tarde de aquel 5 de septiembre de 2004, luego de medio siglo de espera, desde los altos de la Dirección Municipal de Educación y por control remoto, se escuchó La Voz de Cabaiguán, por los 105.5 de la FM estéreo y fue Arturo Alonso Díaz quien abrió la salida al aire con su canción-himno local Un canto a Cabaiguán, acompañado de su legendaria guitarra criolla.
En el acto transmitido íntegramente, estuvieron presentes el colectivo fundador, varios dirigentes de la radio a nivel nacional y provincial, las autoridades del municipio y buena parte de los lugareños.
Luego la emisora estuvo sin transmisiones hasta el 29 del propio mes, cuando se culminó el acondicionamiento de su estudio. El estreno en su verdadero local se hizo con un único programa de dos horas de duración, la revista Espectros, hasta que en diciembre se amplió la parrilla con espacios diversos, se sumaron 14 trabajadores a los fundadores y las transmisiones cerraban a la una de la tarde.
El tiempo, el sacrificio y la preparación forjaron un colectivo que enseña con orgullo una vitrina de reconocimientos y que goza de popularidad entre sus oyentes. Las exigencias de los nuevos tiempos le han llevado a reacomodar sus propuestas y a buscar alternativas para el intercambio con sus seguidores.
Mirando el presente, su actual director Dainier Marcelo Sansaricq reconoce la herencia de los directores anteriores, así como de todo su colectivo para llevar a la CMGI a cada rincón del municipio y cubrir los gustos de todos los públicos.
“El 15 de febrero de 2006, en homenaje al natalicio del comandante Faustino Pérez Hernández, nuestra emisora estrenó un portal en internet y comenzó un proceso de ampliación del trabajo en redes sociales que tuvo su consolidación al entrar en audio real por Internet”, apunta Marcelo Sansaricq.
La Voz de Cabaiguán crece en seguidores desde Cuba, Estados Unidos, España, y otros países, razones todas para superar la vieja concepción de lo local comunitario y ampliar sus códigos de intercambio.
“El principal reto que tenemos es mantener los recursos humanos. Estamos asistiendo a un proceso de renovación del personal porque hemos tenido fluctuación de realizadores de sonido, locutores, asesores y periodistas, pero contamos con jóvenes en preparación que realizan sus prácticas como parte del trabajo diario en la emisora”, explica el director.
La entrada de la radio provincial al proyecto de mejora de la gestión editorial de algunos medios de comunicación del país abrió la necesidad de estudiar los posibles servicios a prestar y las oportunidades con sus posibles clientes.
Caminar por los pasillos, intercambiar con los que trabajan en la CMGI y el solo acto de verlos en sus quehaceres diarios deja entrever un camino de retos que su colectivo anda gustoso para matizar el éter y poner en los terminales de cada seguidor un producto agradable, educativo y enaltecedor sin dejar de ser “el sonido de la comunidad”.
Tomado de Escambray
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