La reparación capital de la casa de cultura Arturo Alonso Díaz valorada en cifras millonarias, le devolverá el confort al inmueble que acoge talleres de apreciación y creación en las diferentes manifestaciones
Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Caído el telón, apagados los reflectores y ausentes los públicos, el único espectáculo que exhibirá durante los próximos meses la Casa de Cultura Arturo Alonso Díaz de Cabaiguán lo protagoniza una brigada por cuenta propia a cargo de la reparación general de la institución.
“El proceso reconstructivo posee cuatro etapas. En este primer momento priorizamos el remozamiento capital de algunas áreas interiores: los baños, la sala de audiovisuales, los departamentos de literatura e investigación sociocultural y la dirección”, señaló Mildrey Rodríguez Alemán, directora municipal de cultura y arte.
La restauración le devolverá el confort al inmueble que acoge talleres de apreciación y creación en las diferentes manifestaciones. “Para el teatro valoramos la posibilidad de un nuevo mobiliario, el cambio de luces aportará a la estética de las propuestas, se acondicionará el tabloncillo y entre las proyecciones figura el mejoramiento de toda la marquetería”, dijo.
Las transformaciones en la mansión cabaiguanense de las artes, que este año arriba a las cuatro décadas de instituida, período donde consta su quehacer a favor de multiplicar la cultura en la comunidad, contemplan el resane de la cubierta pero sin afectar la estructura original de la edificación.
Rodríguez Alemán sostuvo que el estudio de factibilidad para acometer los objetos de obra de forma paulatina arrojó que la inversión sobrepasa los 9 millones de pesos.
“Los quehaceres hoy realizados son posibles mediante la ejecución del 1 por ciento del presupuesto estatal que irá facilitando el gobierno para proseguir las funciones”.
Hace menos de una semana comenzaron las labores constructivas en la Casa de Cultura Arturo Alonso Díaz y con el ajetreo se suspendieron las actividades en la instalación; sin embargo, el colectivo buscó alternativas para continuar la formación de las nuevas generaciones.
“Los talleres impartidos por los instructores de arte en cada una de sus especialidades se trasladaron al Museo Municipal, a la biblioteca Beremundo Paz y a otras sedes”, finalizó.
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