Tostar el café en el campo, no es cualquier acto cotidiano, se trata, más bien de todo un ritual el que el verdadero tostador o tostadora, no permite la menor de las violaciones.
Foto: Aramis Fernández
Metí la espumadera de aluminio fundido, inmediatamente me botaron de frente al caldero, la doña cogió un palo flaco y me dijo solamente, se hace así, pero tampoco quiso que agarrara aquel palo para remover los granos, al fin todavía no he visto el resultado porque solo lo mostrará cuando empiece a moler los granos de café en su antiquísimo molino Corona, que todavía da la hora.
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