El uso de las mascotas en los Juegos Olímpicos surgió mucho después que las propias Olimpiadas, cuando estas hacía años que acaparaban titulares, repartían gloria y desataban emociones por todo el mundo. Lógicamente hacía falta animar a miles de deportistas y la inventiva apuntó hacia una mascota que llenara los estadios y encantara por su personalidad.
La tarea no resultó fácil ni cuestión de un día, teniendo en cuenta que debería gustar, contribuir al espectáculo, ser rentable y recordada a lo largo de los años. Comenzó entonces la lluvia de ideas y el Comité Olímpico Internacional indicó que fueran representadas no solo por animales sino por figuras antropomórficas, identificativas de la región donde se realizarían los Juegos.
Así nació el mito y empezaron los valores agregados. Se les atribuyeron conceptos según la época que fueran organizados las Olimpiadas y mensajes del país sede al resto del mundo. Al cabo del tiempo han ganado en aceptación, relevancia comercial y ya es impensable una fiesta multideportiva de esa magnitud sin su mascota.
La primera de ellas data de los Juegos Olímpicos de Invierno (Grenoble 1968), una especie de esquiador sonriente vestido con los colores franceses.
Luego, muchas cumplieron el rol de contribuir al espectáculo: algunas con una estética depurada y otras con mayor innovación hasta la propuesta de Tokio 2020.
A continuación brindaremos los aspectos más destacados de cada una. Solo aparecen en la lista las diseñadas para los Juegos Olímpicos de Verano.
1. Munich 1972 (Waldi)
Waldi fue la primera mascota oficial de los juegos olímpicos. Foto: Mundo Deportivo.
Waldi es un perrito salchicha que representa tres de las cualidades que debe tener todo buen deportista: resistencia, tenacidad y agilidad.
Fue creado por el reconocido diseñador gráfico y tipógrafo alemán Otl Aicher y muy representativo de la región Baviera, cuya principal ciudad es Munich, sede de los Juegos. Su cabeza y cola son azules, y su cuerpo está formado por franjas de diferentes colores, representando a tres de los cinco continentes (se excluye a África y América).
2. Montreal 1976 (Amik)
Amik, mascota de Montreal 76. Foto: Mundo Deportivo.
Amik es un castor elegido como mascota de los Juegos Olímpicos de Montreal en Canadá. Al ser un animal representativo de ese país su selección correspondió con la historia de la colonización cuando las pieles de los castores impulsaron el desarrollo económico de Norteamérica.
Su nombre significa “castor” en una de las lenguas indígenas del norte canadiense. Es de color negro, usa un fajín rojo como las cintas en las que se colgaron las medallas de esos Juegos y simboliza el trabajo, la resistencia y la amistad de ese pueblo. También está presente en los escudos de las ciudades de Montreal y Kingston.
3. Moscú 1980 (Misha)
Misha, mascota de Moscú 80. Foto: Mundo Deportivo.
Misha es un oso pardo creado por el ilustrador de libros infantiles Viktor Chizikhov, quien necesitó seis meses para dibujar cien propuestas hasta quedarse con la definitiva.
Su nombre es una forma cariñosa de llamar a los osos en Rusia. Es un animal que habita en los bosques y que por muchos años ha sido uno de los símbolos de esa nación.
Misha ha sido una de las mascotas de mayor popularidad. Su imagen vendió millones en mercadotecnia, viajó al espacio con dos cosmonautas y tuvo su propia serie animada.
4. Los Ángeles 1984 (Sam)
Sam, mascota de Los Ángeles 1984. Foto:Mundo Deportivo.
Sam es un águila, ave representativa de los Estados Unidos. Fue diseñada por Robert Moore, artista de la productora Walt Disney. Su nombre viene del Tío Sam, otro de los símbolos norteamericanos más reconocidos en todo el orbe.
Esta especie de águila tiene un pico amarillo y lleva un sombrero de varios colores: rojo, azul y blanco al igual que la bandera americana. Se distinguió por tener un carácter pícaro, siempre en el afán de contribuir al espectáculo de los Juegos.
5. SeúL 1988 (Hodori)
Hidori, mascota de Seúl 88. Foto:Mundo Deportivo.
Hodori es un tigre y su nombre proviene de la unión de las palabras “HO”, que en coreano significa Tigre, y de “Dori”, diminutivo para denominar a los niños. En esencia significaría “pequeño tigre” y fue escogido de una lista de 2 295 propuestas del público.
El tigre es un animal común en el arte y las leyendas coreanas, por lo general asociado a la simpatía, valentía, respeto y nobleza. Esta mascota fue creada por Kim Hyun y su sombrero es típico del pungmul, danza campesina de Corea del Sur. El lazo en el sombrero forma una S, por Seúl y lleva colgado en su cuello los cinco anillos de los Juegos Olímpicos.
6. Barcelona 1992 (Cobi)
Cobi, mascota de Barcelona 92. Foto:Mundo Deportivo.
Cobi es un perrito ovejero en estilo cubista. Su creador fue Javier Mariscal y el nombre se deriva de las siglas del Comité Organizador de los Juegos.
Posee un par de orejas puntiagudas y la nariz hacia un lado rematada con una bolita en la punta. Sus ojos son dos pequeños puntitos y todo su cuerpo es marrón claro.
Cobi ha sido también una de las mascotas más populares y tuvo su propia serie. Ha permanecido en el imaginario colectivo convertido en un icono pop.
7. Atlanta 1996 (Izzy)
Izzy, mascota de Atlanta 1996. Foto:Mundo Deportivo.
Fue la primera mascota que se diseñó por ordenador, resultado de una mezcla de diversas figuras. Su nombre original era Whatizit (del inglés Whatisit?, en español, ¿Qué es eso?, o sea, forma no definida).
Antes de ser presentada cambió muchas veces de diseño, sin embargo no fue bien recibida ni por el público ni por el Comité Organizador. Según sus creadores, se trataba de un niño que vivía en una ciudad dentro de la llama olímpica y cuyo sueño era participar en unos Juegos.
Su cuerpo es de color azul. En sus orejas y cola lleva como adorno los aros olímpicos y en su cara sobresale una amplia sonrisa. Quizás sea la mascota menos popular.
8. Sydney 2000 (Syd, Millie y Olly)
Olly, Syd y Millie, mascotas de Sidney 2000. Foto:Mundo Deportivo.
Los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 trajeron por vez primera tres mascotas, las cuáles eran típicas de Australia, pero se alejaban un tanto de los archiconocidos koalas y canguros. Syd era un ornitorrinco, Millie un puercoespín y Olly una kookaburra, ave oriunda australiana.
Syd provenía de la palabra Sydney y simboliza el espíritu de la competición, la fuerza en el deporte y el ánimo a los competidores; el nombre de Millie representaba el nuevo milenio a través de un personaje que imita a la mujer moderna. Sus principales características son la inteligencia y la creatividad.
En tanto, Olly viene de la palabra Olimpiada y encarna la amistad, el intercambio, la variedad de culturas, junto al compañerismo y el espíritu olímpico.
9. Atenas 2004 (Atenea y Febo)
Atenea y Febo, mascotas de Atenas 2004. Foto:Mundo Deportivo.
La línea de representar más de una mascota continuó en Atenas 2004, cita en que los Juegos Olímpicos regresaron a su lugar de origen. Para ello se utilizó la pareja de Atenea y Fevo, llamados así en honor a las deidades de Apolo (dios del sol, las artes y el deporte) y Atenea (diosa de la guerra, la sabiduría y protectora de la ciudad).
Atenea y Fevo son dos niños inspirados en dos muñecos con forma acampanada de la antigua Grecia.
10. Beijing 2008 (Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingving y Nini)
Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingving y Nini, mascotas de Pekín 2008. Foto:Mundo Deportivo.
Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying y Nini fueron las cinco mascotas de Beijing. Sus nombres de dos sílabas repetidas hacen referencia a los apelativos cariñosos con los que se suele tratar a los niños en el idioma mandarín.
Muestran las características naturales de cuatro de los animales populares de China: el pez, el oso panda, el antílope tibetano, la golondrina y la llama. El grupo de las cinco mascotas se llaman Fuwa, en español, los niños de la suerte. Sus colores eran los tonos de los cinco elementos tradicionales chinos: metal, madera, agua, tierra y fuego, representando al mismo tiempo los anillos olímpicos.
11. Londres 2012 (Wenlock)
Wenlock, mascota de Londres 2012. Foto:Mundo Deportivo.
Wenlock y Mandeville son muñecos de metal que nacieron, según su autor, Michael Morpurgo, a partir de las gotas de acero sobrantes de la construcción del Estadio Olímpico de Bolton.
Su nombre está inspirado en Much Wenlock, Inglaterra, donde la Sociedad Olímpica Wenlock albergó los primeros Juegos en 1858, los cuales sirvieron de inspiración a los modernos. Wenlock es un muñeco de metal con líneas naranjas y Mandeville es también de metal pero con líneas azules y fucsias. Caminan sobre un arcoíris.
12. Río 2016 (Vinicius y Tom)
Vinicius y Tom son las nuevas mascotas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016. Foto: Mundo Deportivo.
Vinicius y Tom son un animal y un vegetal, respectivamente. Ambos son un homenaje a los ídolos de la música brasileña Vinicius de Moraes y Tom Jobim. La forma del primero se deriva de una mezcla de animales de la región. Es un gato amarillo de brazos azules y el logo de las Olimpiadas en el pecho.
Por su parte, Tom es una especie de muñeco-árbol con el tronco azul, los brazos naranjas y el pelo verde. Los dos tienen aspecto de criaturas mágicas y representan, por su nombre de artistas, a la cultura brasileña y, por su aspecto, a la flora y la fauna de Río de Janeiro.
13. Tokio 2020 (Miraitowa y Someity)
Miraitowa, azul y blanco, es la mascota de los Juegos Olímpicos y Someity, rosa y blanco, la de los Juegos Paralímpicos. Foto: AFP.
Miraitowa, proviene de la fusión de las palabras japonesas futuro y eternidad y busca traer esperanza a los corazones de la gente en todo el mundo.
Mientras Someity, la mascota rosa paralímpica, debe su nombre a un tipo de cerezo, árbol muy representativo de la cultura nipona y quiere trasmitir su fortaleza a los atletas paralímpicos. Las dos son criaturas futuristas, con estilo de superhéroe y ya tienen versiones en robots que pueden expresar sentimientos con los ojos, haciendo aparecer corazones o estrellas.
Tras presentar los principales elementos de las mascotas que han animado las Olimpiadas desde 1972, la escena queda lista para que usted escoja la de su preferencia en la siguiente encuesta. La intención es hacer un podio de premiaciones, derivado de los resultados.