El delito, las indisciplinas sociales y toda manifestación de este tipo son necesarias combatirlas desde la unidad y el control de todos los factores
Por: Lillipsy Bello Cancio
Hace algunos días, otra vez, del asombro a la indignación, transitamos velozmente quienes pudimos conocer a través de la emisión nocturna del Noticiero de la Televisión Cubana del desfalco ascendente a 133 toneladas de pollo del que fue objeto un almacén ubicado en la capital cubana, cifra suficiente para abastecer del tan demandado producto, a través de la canasta básica a una provincia mediana, según el propio reporte.
Jornadas más tarde, el periódico GRANMA publicaba un titular que daba cuentas de que “la prevención y enfrentamiento a la corrupción, el delito, las ilegalidades e indisciplinas sociales constituyen una prioridad estratégica para la dirección del Partido, el Estado, el Gobierno y las organizaciones de masas y sociales; al tiempo que sus manifestaciones nos desafían a todos y corresponde combatirlas en las más disímiles trincheras”.
Y es este asunto del que hemos escuchado en más de una ocasión, pues lamentablemente no es la primera vez que sucede un hecho de esta magnitud ni con el impacto que aquí se refiere, solo que toda época de crisis económica, supone un trance para los valores éticos y morales de los seres humanos, en tanto seres sociales… y a decir verdad, este bloqueo sin límites ni escrúpulos, alienta conductas delictivas y comportamientos violentos, que van más allá del imaginario de los cubanos, acostumbrados al orden social y la tranquilidad ciudadana.
Cierto es también que en esta era de INTERNET y redes sociales pocas cuestiones quedan al amparo de la discreción (no ya por aquello que manejan los “odiadores” de conveniencias gubernamentales, sino por el debido y elemental respeto a la integridad de sus ciudadanos, de las familias) que en el caso de Cuba además, son magnificadas a niveles nunca antes vistos.
El titular del mencionado rotativo, órgano oficial de nuestro Partido Comunista de Cuba, deja bien claro la importancia de la unidad en esta batalla y muy especialmente del accionar permanente del Ministerio del Interior y de los órganos de justicia, en estrecha vinculación con el pueblo.
Establece también dicha publicación las prioridades de la Policía Nacional Revolucionaria, la cual tendrá que buscar métodos para lograr un accionar más eficiente y completar su cuerpo de combatientes, pues, al menos aquí en Cabaiguán ha quedado demostrado que con las mismas fuerzas y medios, sin mucha técnica de última generación y con todo el empeño y la respuesta inmediata al llamado de ese pueblo, se logran resultados satisfactorios, que conservan la integridad de los ciudadanos y logran recuperar los bienes sustraídos, pero por sobre todas las cosas devuelven seguridad y confianza a la ciudadanía en sus agentes del orden… y si no, recordemos los sucesos de la CPA “Juan González” cuando un par de individuos inescrupulosos intentaron robar a una de las familias de esta comunidad…
¿Por qué no siempre sucede igual? ¿Por qué no siempre unos y otros responden de la misma manera? ¿Por qué hay quienes salen “sin pensarlo dos veces” a defender a sus hijos, vecinos y familiares del agresor y otros, por su parte, voltean la mirada “para no buscarse un problema que no es de ellos”? ¿Por qué el órgano policial en ocasiones responde efectivamente y qué razones provocan que una vivienda robada, más de 24 horas después del hecho, no haya recibido la visita de los técnicos? Sobre estas y otras cuestiones se debería informar más, polemizar más… pero no en las calles, esquinas o en un gimnasio, sino allí, donde y con quienes podamos obtener las respuestas. Es este momento oportuno, piensa esta periodista, de encontrar los espacios para que no quede en letra muerta, una vez más, el que pudiera ser una de las más honestas realistas declaraciones de este Gobierno, bloqueado, asediado y constantemente agredido, pero que no cejará empeños en cerrar filas y a actuar con mano dura, con firmeza, sin paños tibios ni blandenguería, y con apego a la Ley, como se ha actuado siempre, contra estas manifestaciones delictivas.
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