Pensar que se pueden cometer indisciplinas y negligencias de todo tipo, porque en Cuba se ha logrado ganar la pelea a la muerte a partir de todo el esfuerzo que han hecho nuestros científicos, médicos e instituciones, es un pensamiento irresponsable y totalmente egoísta, destacó el Presidente cubano.
Con 165 casos activos de la COVID-19 hasta este viernes y una dispersión de ellos por la gran mayoría de sus municipios, La Habana retorna a la fase de transmisión autóctona limitada, según decidió el Grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la enfermedad, encabezado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz.
En el encuentro realizado en el Palacio de la Revolución se hizo una evaluación exhaustiva de la situación en la capital, donde se mantienen abiertos seis eventos de transmisión local. En ese sentido, el Viceprimer Ministro Roberto Morales Ojeda alertó acerca de los pronósticos mostrados por los expertos en los modelos matemáticos, acerca del comportamiento de la epidemia en el país para el mes de agosto.
El modelo matemático apunta a que si no tomamos medidas -puntualizó- podemos llegar a tener un comportamiento superior al momento más complejo de la epidemia. “En abril tuvimos 1325 casos; en mayo 546; en junio 265 y en julio 20 más; pero en los primeros seis días de agosto tenemos 196 casos, estos son los primeros seis días de más casos desde que empezó la epidemia en el país”, apuntó Morales Ojeda.
Por lo tanto, “esos modelos matemáticos nos orientan que las medidas que tenemos que tomar tienen que ser muy enérgicas, de restricción, de integralidad y sin perder un solo instante”, afirmó el Viceprimer ministro.
Lo más conveniente ante la situación de la capital -acentuó- es que regrese a la fase de transmisión autóctona limitada, porque nos va a permitir dar respuesta a comportamientos que se han traducido en el relajamiento de las medidas de la primera etapa recuperativa.
Además del análisis realizado acerca del escenario epidemiológico de la capital, la reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno examinó la situación de la provincia de Artemisa, donde se mantienen activos tres eventos de transmisión local: en el centro urbano de Bauta, en el Consejo Popular Baracoa, y en la Empresa de Construcción y Montaje, perteneciente a la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
En el territorio artemiseño se aprecia estabilidad en el control de esos eventos, y se refuerzan las medidas con el objetivo de frenar la propagación de contagios de SARS-CoV-2.
También a través de videoconferencia, las autoridades del Consejo de Defensa de Villa Clara informaron acerca de la confirmación hasta este momento de nueve casos positivos en el municipio de Camajuaní, donde se decidió aplicar la cuarentena. En ese territorio del centro del país se refuerzan las medidas de control y la vigilancia epidemiológica.
Al resumir el intercambio -que contó también con la presencia del vicepresidente Salvador Valdés Mesa- el Presidente Díaz-Canel reflexionó acerca de la importancia que tienen en los momentos actuales de combate a la epidemia, la eficiencia institucional en la aplicación de las medidas y la disciplina ciudadana
“Puede haber la mejor de las plataformas de enfrentamiento diseñadas, pero como esto solo se hace realidad con la participación del pueblo, si casi la totalidad de la población no actúa de manera disciplinada, todo ese trabajo se echa por tierra. En todos los eventos que estamos viendo en estos momentos, de una manera u otra, están asociados a negligencias en instituciones o de parte de la población”, enfatizó el mandatario.
Al insistir en el cumplimiento de las medidas sanitarias, la importancia de la pesquisa activa en las comunidades y el rigor en el distanciamiento físico y el aislamiento social, en las condiciones específicas para La Habana, Díaz-Canel reiteró la necesidad de que las personas no cometan indisciplinas.
“A los más irresponsables, a los que menos cooperan, decirles que no es un juego lo que se pierde, aquí estamos tratando con las vidas humanas y cada vez que hay un rebrote hay más personas afectadas, que pueden después quedar con afectaciones. Aquí estamos priorizando salvar vidas y potenciar la salud de nuestro país”, aseguró el Presidente cubano.
Consideró que “pensar que se pueden cometer indisciplinas y negligencias de todo tipo porque en Cuba se ha logrado ganar la pelea a la muerte a partir de todo el esfuerzo que han hecho nuestros científicos, médicos e instituciones, es un pensamiento irresponsable y totalmente egoísta. Nadie tiene ese derecho. Es verdad que hemos logrado atenuar al mínimo las muertes, el paso de pacientes a estados de gravedad o críticos, pero eso no le da derecho a nadie a actuar de manera irresponsable y pensar que el problema es de otro”.
El presidente cubano aseveró que el control de la epidemia en Cuba se debe a los esfuerzos, la inteligencia y la consagración del personal de la salud, científicos, académicos, jóvenes que han jugado un tremendo papel, así como del trabajo de los dirigentes y todo el pueblo.
Pero cada vez que una irresponsabilidad nos lleva un paso atrás -acotó el Jefe de Estado- acrecienta los problemas.
“Esta es una carrera de fondo, hay que tener resistencia, hay que tener capacidad, hay que tener hasta un poco de paciencia para vencer el recorrido de la carrera, porque todo no se da de manera rápida y fácil. Pero, además, esta es una carrera de fondo que la estamos haciendo en las peores de las condiciones, cercados por un bloqueo que se recrudece cada vez más y en un contexto mundial crítico”, recalcó el Jefe de Estado.
En su intervención, Díaz-Canel instó a todo nuestro pueblo a salvar vidas, trabajar en la recuperación de la economía, y a honrar con disciplina el sacrificio de nuestro personal de la salud en el combate a la COVID-19.
“Dentro de todo el sacrificio que ha hecho nuestro pueblo -significó- hay hombres y mujeres que por las responsabilidades y puestos de trabajo que ocupan, por el vínculo más directo en la primera trinchera de la salud, llevan más de seis meses en un enorme sacrificio en una intensidad de trabajo tremenda, que tienen las mismas necesidades humanas que todos, que también tienen los mismos problemas que todos. Todo ese esfuerzo se pone en riesgo cuando otros pocos hacen lo que no se debe y relajan las medidas que se han planteado y están siendo defendidas por la mayoría”.
Agregó que “tenemos que fortalecer y sistematizar todo lo que hemos ganado como experiencia y convertirlo en parte de la vida cotidiana y no en una rutina que lleva al acomodamiento”.
“Como hemos hecho otras veces en la historia hay que echar el extra, como lo sabemos echar los cubanos. La mejor manera de hacerlo es imitando a esos héroes de nuestros días, a los que aplaudimos todas las noches. Si todas las noches hacemos eso como un reconocimiento y como una convicción, entonces trabajemos todos los días como ellos, para que todas las noches todos nos aplaudamos honrando el sacrificio de ellos con nuestra disciplina, y ese es el llamado que le hacemos a nuestro pueblo en estos momentos”, concluyó el Presidente de la República.