Por Alexey Mompeller Lorenzo
El Centro de Gestión para la Reducción de Riesgo de Desastres, de reciente creación en Cabaiguán, se estrenó en el actual escenario epidemiológico y desde que la COVID-19 alertó al territorio asumieron su misión: evaluar los peligros y factores locales generadores de vulnerabilidad.
Según Carlos Puente Molina, jefe de esta instancia aquí, recopilan información de la pandemia para emitir un parte diario al Consejo de Defensa Municipal y participan en cada contacto realizado por el grupo económico de la urbe, con el objetivo de facilitar todos servicios que recibe la población.
Con la puesta en funcionamiento del Centro de Gestión para la Reducción de Riesgo de Desastres en el municipio, la ciudadanía ganará en prevención ante la amenaza de fenómenos hidrometeorológicos, ciclones, huracanes o intensas lluvias así como epidemias con acciones para mitigar el impacto de las afectaciones que pueda afrontar el territorio.
“Las entidades conforman un plan de medidas, estrategias que estudiaremos para actuar en diferentes etapas de suceder una contingencia”, añadió Puente Molina.
Para viabilizar el quehacer de este colectivo, el proyecto de colaboración internacional PRODEL que contribuye a fortalecer las capacidades municipales para el desarrollo local afianza nexos con la donación de recursos necesarios para el análisis de posibles eventualidades.
“Recibimos una parte de equipos e instrumentos. En estos momentos disponemos de dos plantas eléctricas, una a instalarse en el propio local y otra con destino al Consejo Popular Potrerillo, comunidad afectada por la crecida de los ríos. La tecnología favorecerá la prestación de asistencias en tales circunstancias”, concluyó el funcionario.