Por: Alexey Mompeller Lorenzo
Zoraida Díaz Valdés no olvida y cada 7 de diciembre regresa al Panteón de los Mártires para besar la foto de Marcelino Albóniga Martínez, una esposa que alberga la esperanza de recibir los restos de este cabaiguanense que se vistió de soldado para defender a Angola.
Cuando Cuba ofreció las honras fúnebres a los caídos en el cumplimiento de misiones internacionalistas, la Operación Tributo devino el encuentro de familiares y el pueblo con quienes no vivieron para contar el feliz destino de otras latitudes y en honor a esa hazaña se les recuerda eternamente.
Lo sabe la pequeña representación del terruño, compuesta por seres queridos de las víctimas de la guerra, las máximas autoridades del territorio, estudiantes y combatientes, que en concordancia con la situación epidemiológica asistió a la necrópolis local para honrar a los ausentes.
Yariel Hernández García, primer secretario del Comité Municipal del Partido evocó el compromiso de los caídos y significó que las nuevas generaciones deben seguir la impronta de estos ejemplos de altruismo para dar continuidad al proceso revolucionario ante los intentos desestabilizadores contra la isla financiados por el gobierno estadounidense.
En la ceremonia. que a diferencia de años precedentes no colmó las arterias de la urbe, se conmemoró el 124 aniversario del deceso en combate del Lugarteniente General del Ejército Libertador Antonio Maceo Grajales y de su ayudante Panchito Gómez Toro.