Alrededor de 160 personas, entre trabajadores y clientes, permanecen allí bajo estricto seguimiento médico y de la propia dirección del hotel y hasta este momento no se reporta ninguna persona con síntomas respiratorios.
Ni aún después de confirmarse el resultado del PCR, ni aún después de extenderse la cadena de contagios que llegó a cada uno de los trabajadores y familiares del hotel Village Costasur, ni aún ahora que la instalación turística funciona como una especie de centro de aislamiento, el subdirector general Yordanis Fernández Alonso pone en duda la profesionalidad y el sentido de pertenencia del colectivo que asumió la atención de cientos de vacacionistas durante los meses de julio y agosto, cuando la provincia de Sancti Spíritus y buena parte de Cuba, caminaban rumbo a la nueva normalidad.
Por eso, desde que el Consejo de Defensa Municipal decidió establecer la cuarentena para el Village Costasur —a partir del diagnóstico de dos pacientes positivos: un cantinero y un dependiente, contactos de una pareja de vacacionistas procedentes de Ciego de Ávila que estuvo alojada allí del 27 al 31 de agosto— optó por permanecer al lado de sus compañeros y sobreponerse al susto y la nostalgia, confiado de que sus “bebés” están a salvo en casa, junto a la familia.
“Me encontraba en la ciudad de Sancti Spíritus cuando se adopta la medida, pero de inmediato me trasladé para el hotel, no podía dejarlos solos. Han sido días muy tensos, hemos tenido que atender a los huéspedes, extremar todas las medidas sanitarias, con el temor de estar enfermos o la posibilidad de contagiarte con algunas de las personas que te rodean, pero todos dimos negativos a la prueba y esperamos el resultado de un segundo PCR.”
Desde los primeros momentos, el sistema de salud pública en Trinidad trabajó con el personal de las áreas de riesgo, como cantineros, dependientes y amas de llave, al tiempo que profundizó en la encuesta epidemiológica con el propósito de establecer toda la cadena de contactos que se mantienen en vigilancia en los tres centros de aislamiento habilitados: las villas Siguaney y La Arrocera, en La Boca y Cabagán, en la carretera entre Trinidad y Cienfuegos.
La doctora Yanisleidi Turiño Lema, directora del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología resaltó la rapidez con la que realizaron las acciones de control de foco en la instalación turística ubicada en la Playa María Aguilar: “Alrededor de 160 personas, entre trabajadores y clientes, permanecen allí bajo estricto seguimiento médico y de la propia dirección del hotel y hasta este momento no se reporta ninguna persona con síntomas respiratorios, aunque la vigilancia se mantendrá por el tiempo establecido”.
Durante las últimas horas, añadió la especialista, la búsqueda se extendió al Hotel Melia Trinidad, en fase de ejecución —ahora detenida— en la misma franja de playa y muy cerca del Village Costasur. “Se han realizado hasta este momento 83 pruebas en tiempo real o PCR a las personas relacionadas directamente con el evento y que laboraban en la obra, pero el propósito es llegar a la totalidad de los trabajadores de forma escalonada en dependencia del riesgo epidemiológico y la cadena previamente establecida por nuestros especialistas”.
