Después de sufrir varios años el cáncer, fallece a los 60 años de edad Idalia Rodríguez, madre de la periodista Daimet Sanz Rodríguez
Por: Aramis Fernández Valderas
Todos lo conocíamos, el desenlace sería inevitable. Fueron tantas las veces que te asomaste al balcón de la muerte y regresabas a la vida cargada de espíritu positivo para seguir guiando a la familia desde el hogar en compañía de Roberto Sanz, tu único amor, quién también a los sesenta años se despidió del mundo terrenal.
Idalia Rodríguez, la linda muchacha de Manaquita, la que se enamora a primera vista de Robe, la que a base de sacrificios diste vida a dos hijas y acogiste a par de nietas y un nieto, la ama de casa, maga en inventar el plato del día y buscarse unos kilos para que tampoco faltara el dinero en el hogar.
El matrimonio Sanz Rodríguez vuelve a unirse, ahora en el infinito, la historia de vida queda, cuantas croquetas, frituras, empanadas pasaron por tus manos, cuantas barras de dulce de guayaba lograste comercializar, cuanto ayudaste a tus hermanas varias de ellas fallecidas antes que tú.
En momentos cuando parecías desfallecer recuerdo como pedías a tu hermana fuerzas para que ella siguiera viviendo, dejabas de cuidarte tú para hacerlo con los demás.
Idalia, ante ti resultan innecesarios los nombramientos y las medallas, tal vez por eso no existió ninguna en tu funeral, sin embargo eras ganadora de todas por tu ejemplo, por tu dignidad, por ser la hija, la madre, la hermana y la amiga siempre presente y no “por si me necesitas me llamas”, sino porque aquí estoy de cuerpo y alma.
Te recuerdo en tantas ocasiones, en el funeral de tu esposo me afirmaste, “Ahora sí no puedo más”, pero pudiste como tendrá que poder la prole del hogar fundado por ti y tu esposo. Será el tiempo el testigo, serán las fuerzas de tus hijas y yernos los impulsores de la nueva convivencia, serán ustedes desde el cielo siempre vigilantes y protectores, todos juntos , bien juntos quienes seguirán escribiendo el libro de la historia de los Sanz Rodríguez en Cabaiguán.