Por Ivette Fernández Sosa
La Habana, 25 dic (Prensa Latina) El incremento y la diversificación de las exportaciones deviene en la primera prioridad de la economía cubana, según trascendió en los debates suscitados entre los parlamentarios en días pasados.
Al reconocer que la captación de divisas es indispensable para el desarrollo del país, el presidente de la nación Miguel Díaz-Canel también ha insistido sobre la importancia de la expansión de la venta de productos nacionales en el mercado externo.
El Ministro de Economía, Alejandro Gil, durante su más reciente comparecencia ante la Asamblea Nacional del Poder Popular aseguró que para el año venidero se prevé que las exportaciones crezcan un 3,7 por ciento.
Dentro de esta expansión se espera una contribución destacada de rubros tales como el turismo, las telecomunicaciones, minería, productos biofarmacéuticos y del mar, tabaco, azúcar, ron, carbón vegetal y miel.
Así, los planes avalan la exportación durante el año venidero de 860 mil toneladas de azúcar, 53 mil toneladas de níquel y un incremento de las ventas de tabaco capaz de reportar cerca de 300 millones de dólares.
Gil ponderó igualmente que la Zona Especial de Desarrollo de Mariel cuenta ya con 50 negocios aprobados, con un monto de inversión comprometido que supera los dos mil 600 millones de dólares y generan más de siete mil 400 empleos.
En relación a la inversión extranjera, el balance económico cubano evalúa la factibilidad de más de 50 nuevos proyectos donde se incluyen algunos en actividades productivas de vital importancia para la economía.
Según se estableció, Cuba seguirá desarrollando e incentivando la atracción de capital foráneo, con el fin de potenciar las exportaciones y el encadenamiento productivo con la industria nacional.
Pese al recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra la isla, para el año venidero se planifica el arribo a la isla de cuatro millones 500 mil visitantes lo que se traduciría en un incremento del 4,7 por ciento para este sector.
Gracias a las estrategias que se implementan, también se espera que aumenten los ingresos turísticos, se incorporen cuatro mil nuevas capacidades hoteleras y el índice de ocupación se sitúe en el 53 por ciento.
Una de las principales estrategias de la economía, según el balance ministerial, es la disminución del componente importado del turismo, participación que debe ser sustituida por una mayor presencia de la industria nacional.
‘Para sustituir importaciones hay que empezar por reconocer qué es lo importado para que ese capital pueda entonces ser trasladado a la producción nacional. No basta con que haya demanda si no hay fuente de financiación para los proyectos’, consideró el titular de Economía.
Según estimó, para lograr sostenibilidad en esta actividad hay que conseguir sustituir las compras foráneas pues es menor la utilidad si el reabastecimiento depende de la importación, y esto a su vez genera pobres dividendos.
Es por esto que el plan para 2020 ratifica la importancia de priorizar la producción doméstica y avanzar en la sustitución efectiva de importaciones, como un componente que tribute igualmente al aumento de los ingresos como ocurre, por ejemplo, en el turismo.
No por gusto el proceso de elaboración de elaboración del Plan de la economía, que proyecta asignar a la industria y a la agricultura una suma en el entorno de los 240 millones de dólares más que en 2019, se centró fundamentalmente en la definición de los ingresos con los que contará el país.
Se priorizó entonces el análisis de las potencialidades y reservas de las que se disponen en función de incrementar las exportaciones de bienes y servicios y, consecuentemente, aumentar los ingresos.
No obstante las condiciones financieras adversas y el cada vez más apretado cerco estadounidense, Cuba apuesta hoy por el incremento de sus rubros exportables y busca crear las condiciones de todos aquellos aspectos que pueden coadyuvar en ese propósito.
La
Habana, 25 dic (Prensa Latina) El incremento y la diversificación de
las exportaciones deviene en la primera prioridad de la economía cubana,
según trascendió en los debates suscitados entre los parlamentarios en
días pasados.
Al reconocer que la captación de divisas es indispensable para el
desarrollo del país, el presidente de la nación Miguel Díaz-Canel
también ha insistido sobre la importancia de la expansión de la venta de
productos nacionales en el mercado externo.
El Ministro de Economía, Alejandro Gil, durante su más reciente comparecencia ante la Asamblea Nacional del Poder Popular aseguró que para el año venidero se prevé que las exportaciones crezcan un 3,7 por ciento.
Dentro de esta expansión se espera una contribución destacada de rubros tales como el turismo, las telecomunicaciones, minería, productos biofarmacéuticos y del mar, tabaco, azúcar, ron, carbón vegetal y miel.
Así, los planes avalan la exportación durante el año venidero de 860 mil toneladas de azúcar, 53 mil toneladas de níquel y un incremento de las ventas de tabaco capaz de reportar cerca de 300 millones de dólares.
Gil ponderó igualmente que la Zona Especial de Desarrollo de Mariel cuenta ya con 50 negocios aprobados, con un monto de inversión comprometido que supera los dos mil 600 millones de dólares y generan más de siete mil 400 empleos.
En relación a la inversión extranjera, el balance económico cubano evalúa la factibilidad de más de 50 nuevos proyectos donde se incluyen algunos en actividades productivas de vital importancia para la economía.
Según se estableció, Cuba seguirá desarrollando e incentivando la atracción de capital foráneo, con el fin de potenciar las exportaciones y el encadenamiento productivo con la industria nacional.
Pese al recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra la isla, para el año venidero se planifica el arribo a la isla de cuatro millones 500 mil visitantes lo que se traduciría en un incremento del 4,7 por ciento para este sector.
Gracias a las estrategias que se implementan, también se espera que aumenten los ingresos turísticos, se incorporen cuatro mil nuevas capacidades hoteleras y el índice de ocupación se sitúe en el 53 por ciento.
Una de las principales estrategias de la economía, según el balance ministerial, es la disminución del componente importado del turismo, participación que debe ser sustituida por una mayor presencia de la industria nacional.
‘Para sustituir importaciones hay que empezar por reconocer qué es lo importado para que ese capital pueda entonces ser trasladado a la producción nacional. No basta con que haya demanda si no hay fuente de financiación para los proyectos’, consideró el titular de Economía.
Según estimó, para lograr sostenibilidad en esta actividad hay que conseguir sustituir las compras foráneas pues es menor la utilidad si el reabastecimiento depende de la importación, y esto a su vez genera pobres dividendos.
Es por esto que el plan para 2020 ratifica la importancia de priorizar la producción doméstica y avanzar en la sustitución efectiva de importaciones, como un componente que tribute igualmente al aumento de los ingresos como ocurre, por ejemplo, en el turismo.
No por gusto el proceso de elaboración de elaboración del Plan de la economía, que proyecta asignar a la industria y a la agricultura una suma en el entorno de los 240 millones de dólares más que en 2019, se centró fundamentalmente en la definición de los ingresos con los que contará el país.
Se priorizó entonces el análisis de las potencialidades y reservas de las que se disponen en función de incrementar las exportaciones de bienes y servicios y, consecuentemente, aumentar los ingresos.
No obstante las condiciones financieras adversas y el cada vez más apretado cerco estadounidense, Cuba apuesta hoy por el incremento de sus rubros exportables y busca crear las condiciones de todos aquellos aspectos que pueden coadyuvar en ese propósito.