Las 13 comunidades indígenas plantadas en el parque Nacional continúan hoy solicitando una mesa de diálogo a la alcaldesa de la capital, Claudia López, para que cumpla con los acuerdos pactados
Según la Organización Nacional Indígena de Colombia, uno de los pueblos en ese lugar es el katío, en el cual el grueso de la población son niños y mujeres, incluso embarazadas, algunas con amenaza de aborto, y otras en proceso de parto, así como menores afectados por gases lacrimógenos lanzados por la Policía.
Aunque llamaron a las autoridades de la ciudad y del país a entablar un diálogo para soluciones estructurales a sus demandas, en vez de ser escuchados, se valieron de recursos legales y policiales para sacarlos del parque Nacional.
Ante lo que los pueblos indígenas consideran un abuso, se declararon en Minga Permanente (resistencia) desde el pasado 10 de octubre.
Reiteraron que están en condiciones de insalubridad y ni siquiera le han brindado la posibilidad de dialogar para hallar soluciones a sus exigencias.
Demandan resolver las problemáticas de vivienda y problemas económicos por los cuales atraviesan, la inclusión de los pueblos indígenas que habitan en la capital en las políticas públicas y mejores condiciones para el regreso a sus tierras ancestrales tras haber sido víctimas de desplazamiento.
Entre mil 300 y mil 500 personas comenzaron a llegar desde la localidad de Chapinero desde finales septiembre luego de ser desalojados de sus viviendas en el barrio Vista Hermosa, de Ciudad Bolívar.