Intensificar la protección al adulto mayor es prioridad para el Sistema de Salud, que ha decidido implementar un grupo de medidas dirigidas al resguardo de ese grupo vulnerable de personas.
De acuerdo con el doctor Rubén Escalante, especialista en Gerontología y Geriatría y jefe de la Sección del Adulto Mayor en la Dirección Provincial de Salud, desde un primer momento tanto en las Casas de Abuelos como en los Hogares de Ancianos se pesquisan antes de entrar al local a pacientes y trabajadores.
Actualmente, dijo, por decisión familiar son menos los ancianos que hoy están asistiendo a las Casas de Abuelos, aunque al respecto, por parte del Ministerio de Salud Pública están en análisis otras medidas que serán anunciadas para próximas etapas.
Escalante informó, asimismo, que para los pacientes internos funciona un sistema de visitas médicas que se realiza tres veces al día para verificar alguna sintomatología. “Para quienes presentan algún indicio gripal, sin sospecha de la COVID-19, explicó, se habilitaron salas de aislamiento a fin de evitar que se extienda algún brote respiratorio”.
De igual modo, dijo, se limitó el sistema de pase en los hogares, se restringió la visita de familiares y se prohibió la salida de todos para evitar que este grupo etario, tan frágil, deambule y pueda adquirir alguna enfermedad.
De acuerdo con los directivos de esos centros que acogen a personas de la tercera edad, a los ancianos que están seminternos se les pesquisa antes de entrar y de existir síntomas respiratorios o fiebre, se informa al familiar y al área de Salud. Por otra parte, quien, por decisión familiar, decida protegerlo en la vivienda, tiene la posibilidad de que alguien se encargue de buscar el almuerzo en el Hogar de Ancianos al que pertenece.
Actualmente, en Sancti Spíritus hay siete Hogares de Ancianos y nueve Casas de Abuelos que acogen a unas 1 000 personas. El territorio es uno de los más envejecidos de Cuba, con algo más de 100 000 habitantes dentro de la categoría de adulto mayor y de ellos se ha determinado que unos 12 000 viven solos y son atendidos por el sistema de Seguridad Social.
De ahí, aseguran las autoridades de Salud, la pertinencia de que los ancianos no salgan a la calle, sean protegidos por sus familiares y trabajadores sociales, y acudan a su área de atención ante el menor síntoma respiratorio.