El mejor homenaje a nuestro Héroe Nacional en el 169 aniversario de su natalicio es demostrar con el diario cumplimiento del deber que los jóvenes cubanos serán eternos defensores de la verdad y la justicia. Así lo vaticinó José Martí: «…Mientras hay que guerrear, en la guerra deben estar todos los jóvenes… Es de jóvenes triunfar” ¡y triunfarán! ¡Porque son jóvenes de Patria o Muerte!
Por: Lillipsy Bello Cancio.
“Voluntarismo”, “homenaje”, “entrega”, “compromiso”, “gratitud” son palabras que se tornan más comunes de lo habitual por estos días (sobretodo desde hace más de dos años)… y es que los más jóvenes, los más rebeldes, los más revolucionarios demuestran otra vez que están listos para la batalla, que no por desconocida, se torna imposible, que a pesar de los cantos de sirena son capaces de llenar plazas, abarrotar calles, desfilar por la Revolución, con la Revolución… ¡y hasta morir por ella!, aunque a algunos les pueda parecer un cliché..
A la luz de más de 60 años, pensar la juventud cubana exige la realización de una mirada retrospectiva hacia la génesis de una Revolución que ha logrado depositar en cada uno, lo más genuino de cada generación en torno a un proceso que los ha tenido siempre en el eje de su quehacer, como protagonistas de todos sus tiempos.
¿Por qué el mundo entero (el enemigo con más saña, con más “trampas”, con más detenimiento) mira con admiración hoy a los jóvenes cubanos?, ¿por qué se les profesa tanto cariño? ¿Por qué nos los golosean tanto? ¿Por qué pretenden una y otra vez arrebatarles sus símbolos más queridos, más respetados? ¿Por qué no quieren que estudien, que lean, qué aprehendan a Martí?
Me pregunto embargada por una mezcla de satisfacción y certeza… ¡y es que los jóvenes, desde Martí y con Martí han hecho mucho por esta Revolución nuestra, han escrito páginas de heroísmo muy grandes en esta Patria agradecida que hoy los observa con orgullo; porque los jóvenes han dado sobradas razones en todos los órdenes para tener fe en sus principios y en su continuidad.
Porque seguro fue casual que se lanzara la convocatoria al décimo Congreso de la UJC este 27 de enero al pie de la escalinata de la Universidad de La Habana “utilizando” al Héroe Nacional como pretexto; porque seguro que los obligaron a marchar, antorcha en mano por una avenida San Lázaro que, otra vez se tornó demasiado estrecha, porque seguro les exigieron la sonrisa, el orgullo y las consignas… ¡por todo eso y más creo en la juventud martiana de esta Isla Bella!
Porque es capaz de permanecer en zona roja, y no descansar hasta salvar el último cubano, porque es capaz de crear vacunas, de enseñar a leer y a escribir, de prepararse para la defensa, de librar batallas en todos los órdenes de la vida… ¡y claro, es que él les enseñó que hacer es la mejor manera de decir!
“Creemos en los jóvenes, creemos en los jóvenes —y lo repito— porque creer en los jóvenes significa una actitud, creer en los jóvenes significa un pensamiento”, afirmó Fidel hace seis décadas y hoy, otra vez, lo estamos demostrando.
De entonces a la fecha, ha cambiado el contexto en el sentido de que se han complejizado las formas de ataque, se han introducido novedosas y mucho más sutiles maneras de subvertir nuestra ideología, las tribunas de madera y puntillas se han trastocado en teclas, pantallas y luces, los jóvenes de entonces, no son los mismos de ahora, aunque sus esencias se mantengan intactas.
Vivimos un drama terrible, y ante la convulsa realidad, nos preguntamos: ¿está vigente Martí?; una mirada a rasgos esenciales del pensamiento martiano nos responde que su vigencia sólo estará en la medida en que su ideario sea asumido y practicado para transformar la realidad, para continuar la búsqueda constante de la idea del bien y la utilidad de la virtud:
Por eso, releer al Comandante al Apóstol, no desconecta aquella realidad de la actual y los compromisos siguen siendo los mismos (pero más firmes), las consignas continúan enardeciendo el patriotismo (ahora mucho más exacerbado), la lucha por la libertad sigue desvelando multitudes (en estos momentos mejor integradas). El mejor homenaje a nuestro Héroe Nacional en el 169 aniversario de su natalicio es demostrar con el diario cumplimiento del deber que los jóvenes cubanos serán eternos defensores de la verdad y la justicia. Así lo vaticinó José Martí: «…Mientras hay que guerrear, en la guerra deben estar todos los jóvenes… Es de jóvenes triunfar” ¡y triunfarán! ¡Porque son jóvenes de Patria o Muerte!
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