A conmemorar el natalicio del Comandante en Jefe se dedicaron en Sancti Spíritus varias actividades llevadas a cabo por jóvenes estudiantes y trabajadores.
Jóvenes de la provincia de Sancti Spíritus se sumaron al tributo que rindió este jueves el pueblo de Cuba al Comandante en Jefe, Fidel Castro, en ocasión de su cumpleaños 94.
Este 13 de agosto fueron sembrados 94 árboles de acacia en la zona de El Capitolio, aledaña a la carretera que une a Sancti Spíritus con la de Trinidad, en simbólico gesto de recordación al líder histórico de la Revolución cubana, quien falleciera a las 10:29 horas de la noche del 25 de noviembre de 2016.
El árbol de acacia (de la familia Fabaceae) era tenido en la antigüedad como planta maravillosa, por sus propiedades curativas, y considerado de suma eficacia para ahuyentar la mala suerte; en Egipto sus naturales lo empleaban para la construcción de embarcaciones, estatuas y muebles.
Yediza Pérez Hidalgo, miembro del Buró Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas, dijo a la Agencia Cubana de Noticias que también se han dedicado a conmemorar el natalicio del Comandante en Jefe varias actividades llevadas a cabo por jóvenes estudiantes y trabajadores del territorio.
Explicó que entre esas acciones destacan trabajos voluntarios en polos productivos y la atención a tarjas y monumentos que recuerdan a mártires y hechos históricos.
Una exposición denominada Juventud Eterna y unas 300 donaciones de sangre constituyeron, además, parte del homenaje de los espirituanos al revolucionario cubano, actividades que sirvieron, igualmente, para celebrar el Día Internacional de la Juventud, designado el 12 de agosto de cada año, por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999.
Esa festividad tiene el propósito de promover el papel de los jóvenes en los procesos de cambios que acontecen en el mundo y generar un espacio para crear conciencia sobre los desafíos y problemas a los que ese grupo etario se enfrenta.
Fidel Castro celebró su cumpleaños 33 junto al pueblo de Trinidad, al coincidir la fecha con el momento en que dirigía personalmente las acciones que dieron al traste con la primera invasión mercenaria a Cuba después del triunfo revolucionario, conocida como la Conspiración Trujillista, por haber sido el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo su organizador.
Esa maniobra militar, acaecida siete meses después de la victoria sobre la dictadura batistiana y que contó con el apoyo de los emigrados contrarrevolucionarios cubanos y de elementos militares del antiguo régimen, fracasó el 13 de agosto de 1959 por la pericia del líder histórico de la Revolución cubana.
