domingo, noviembre 24El Sonido de la Comunidad

Justiciero literario

El escritor cabaiguanense Jorge G. Silverio Tejeda ganó el Premio Literario Luis Rogelio Nogueras 2020 con una novela policiaca que rompe con los estándares de ese tipo de propuesta

Por: Lisandra Gómez Guerra (Tomado de www.escambray.cu)

Mira con sutiliza cada detalle del lugar. En su cabeza cree ver cómo fue posible que los cuerpos de los dos ancianos llegaran hasta ese sitio. Olfatea los rincones en busca de causas. Ellos ya no pueden hablar y precisa respuestas rápidas.

Camina con cuidado para no estropear la escena. Sabe, por su experiencia, que demasiada quietud no lleva a un buen camino. Vuelve a detenerse y la vista se pierde entre las líneas.

—¿Ya sabes quién es el autor?, me hago la idea de que le gritó, mientras devoro las siguientes palabras que me arrastran con fuerza para seguir cada movimiento, expresión, gesto de la capitana de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) Ángela Pérez.

La culpa no es de ella, sino de Jorge G. Silverio Tejeda, el creador que le ha dado vida a un personaje provocador de debates, análisis y hasta de repensar los nuevos horizontes de la literatura cubana.

Llega mediante Mugre, una de sus más recientes creaciones y que se sumerge con elegancia y singularidad en la perspectiva de la novela policial, género narrativo que intenta resolver un enigma, normalmente un crimen.

“Ella investiga el asesinato de dos boliteros, pero también se encuentra con delitos de corrupción, prostitución, venta de drogas… problemáticas sociales que no nos son ajenas”, cuenta el autor, quien mereció por esa propuesta el Premio Literario Luis Rogelio Nogueras 2020, en su XXX edición.

Es este un verdadero regocijo cuando por primera vez este escritor cabaiguanense se atreve a conducirnos por los vericuetos de la novela policíaca, calificada por otros autores, como detectivesca y donde vuelve a romper las talanqueras mentales y de conductas que en la actualidad impiden la convivencia bajo el concepto de la inclusión.

“Me he especializado en las investigaciones sobre las desigualdades y discriminaciones. Por tanto, mi protagónica es mujer, negra y lesbiana. Hasta los referentes que conozco no existe una protagónica con esas características en una novela policíaca. Diseñarla así me resultó muy fácil, pues en un solo personaje develo matices de tres expresiones que históricamente han sido objeto de exclusión”.

Quienes han hojeado Mugre no han podido abandonar a Ángela Pérez por su forma tan criolla de asumir la vida en una sociedad hegemónicamente patriarcal y heteronormativa.

“Ella es discriminada, pero no la concebí como un personaje antisistema, sino que culpa a las personas que arrastran siglos de una ideología machista. Tanto así, que si revisamos lo escrito con anterioridad el héroe siempre es presentado como un hombre blanco, fuerte, heterosexual…, por ejemplo, el Mario Conde, de Leonardo Padura. Ángela no tiene conocimientos de literatura, proviene de una familia de padres divorciados, defiende el respeto entre todas las personas para recibir lo mismo, con conflictos de cualquier mujer de su generación… Es creíble y eso me lo han dicho quienes han podido leerla. Incluso, algunos oficiales de la PNR con quienes he dialogado para construirla”.

Pinceladas de los intereses y pasiones que también roban las horas de creación de Jorge G. Silverio Tejeda, quien desde hace más de 10 años busca en las interioridades de los grupos más vulnerables para comprender el presente y trazar de forma más firme el futuro.

“Empecé a leer sobre esos tópicos. Entre mis autores están los análisis de la escritora espirituana Yanetsy Pino Reina, desde una mirada feminista a la literatura cubana, y Esteban Morales con sus reflexiones sobre el tema racial. Desde entonces, todo lo que escribo va en ese sentido porque aún queda mucho por decir. Tanto así, que en estos últimos años todos mis personajes protagónicos son mujeres”.

También, este profesor de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez apuesta en sus estudios por temas no comunes en el campo científico.

“Junto al historiador Carlos Gómez hemos examinado sobre la presencia de los negros en las guerras independentistas. Como en la literatura hay en el resto de las ciencias muchos vacíos en esos grupos subalternos, silenciados desde la propia génesis de la humanidad”.

¿Cuánto se puede hacer desde la literatura para despojar de nuestra cultura esas expresiones de desigualdad y discriminación?

Mucho, porque en nuestros textos somos capaces de fotografiar la realidad, aunque cada autor le impregna una dosis de interpretación según sus experiencias. Desenmascarar todas las discriminaciones, ahondar en sus raíces para encontrar las verdaderas causas y proponer soluciones devienen hoy una necesidad.

¿Por qué esos vacíos sobre el tema en nuestros libros?

“Nuestra literatura, de forma general, es machista, reflejo de lo que predomina en nuestra sociedad. Las mujeres están, pero no siempre desde su multiplicidad, sino subordinadas al pensamiento y las conductas del hombre protagonista y líder”.

¿Está preparada la comunidad literaria cubana para asimilar y defender propuestas que rompen con “la norma”?

“Todavía encontramos resistencia. Ejemplo de ello es que Mugre había ido a otros concursos y los jurados no se habían identificado con una protagónica con las características de la capitana Ángela Pérez. Los roles y estereotipos del patriarcado aún se sostienen con fuerza en la psiquis colectiva e individual de gran parte de quienes hoy construyen la sociedad”.

Pero esta novela, ganadora del certamen nacional convocado por el Centro Provincial del Libro y la Literatura de La Habana y la Casa editora Extramuros, y que engrosa el currículo de reconocimientos encabezado por la Distinción por la Cultura Cubana en 2019, no convencerá por sí sola a quienes aún creen que el hombre es el principal protagonista del gran entramado que nos permiten existir.

Mugre forma parte de una trilogía, junto a Miedo y Maldad, ambas andan en ese proceso de necesario descanso cuando se termina de escribir para luego volver sobre cada palabra y corregir en busca de presentar un mejor producto”, insiste.

Justo en esas páginas volverá Ángela Pérez, a juicio de su autor, nombre inspirado en muchas feministas, eternas luchadoras por la equidad entre uno y otro sexos, a denunciar y cuestionar esas desigualdades y enfrentar delitos que sobrecargan el contexto social.

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