Por: Mary Luz Borrego y Yosdany Morejón
Los investigadores espirituanos se mantienen activos en tiempos de pandemia con el desarrollo a plena capacidad de más de 80 proyectos y experimentos, vinculados fundamentalmente con la producción de medicamentos, el enfrentamiento médico a la COVID-19 y la garantía de la seguridad alimentaria.
Leonel Díaz Camero, delegado territorial del Ministerio del Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) detalló a Escambray que estas investigaciones se desarrollan en las estaciones experimentales y distintos centros científicos y empresas de la provincia.
Específicamente, entre los relacionados con la producción de alimentos mencionó los estudios vinculados a la obtención de nuevas variedades, proceso que no se puede detener porque, si se paraliza la generación de las simientes, se pierde todo lo avanzado y lograr una variedad en el país por métodos no biotecnológicos puede durar hasta 15 años.
En estos momentos en la Estación de Granos Sur del Jíbaro se labora para la obtención de líneas, genotipos y variedades de arroz, vinculados también al plan de enfrentamiento al cambio climático porque aumentan el umbral productivo y resultan tolerantes a la salinidad y a las altas temperaturas, problemas derivados de ese fenómeno.
Por otra parte, esa unidad de ciencia también labora en nuevos cultivares, como el garbanzo, que lleva adelante de conjunto con productores líderes del municipio de Taguasco, donde se estudian variedades de Siria, Turquía y Cuba, y ya se han conseguido resultados concretos con dos de estas que ya se encuentran listas para su generalización en el país.
Igualmente, puntualizó Díaz Camero, se valoran en esa estación variedades de maíz altamente productivas y tolerantes a algunas plagas, de las cuales se diseñó una estrategia varietal para la producción y regionalización de ese grano, de acuerdo con el clima y el suelo de cada municipio.
Además, otros proyectos buscan desarrollar la soya y el sorgo, cultivos importantes que pueden contribuir a la sustitución de importaciones para la alimentación animal; y continúa el programa Sierra Maestra, creado por el Comandante en jefe Fidel Castro para potenciar las plantas proteicas.
“En todas nuestras estaciones se ha mantenido la producción de la semilla básica que necesita la provincia, la región central y hasta el país. Esa es la semilla original de la variedad, se lleva a la extensión en fincas, donde se obtiene una semilla registrada de alta calidad que siembran los productores”, agregó el delegado.
En el caso de la Estación de Investigación de la Caña de Azúcar se mantiene funcionando el centro nacional de hibridación donde se realizan los cruzamientos para las nuevas variedades; y tampoco se ha detenido la protección de los bancos de germoplasma existentes en algunas de estas unidades de ciencia, donde se encuentra la reserva para la obtención de nuevas variedades.
“Su pérdida significaría una ausencia patrimonial desde el punto de vista botánico y biológico, sería muy costoso salir a buscar variedades en el mundo para cruzar y desarrollar nuevas en el país”, argumentó el experto.