Por: Osbel Ramón Díaz Mondeja
Juan Álamo Barroso es un activista deportivo y corresponsal voluntario que por más de treinta años ha dedicado su tiempo en beneficio del desarrollo y divulgación atlética en Cabaiguán.
En la comunidad de Los Pinos, perteneciente al consejo popular de Cuatro Esquinas, Pirolo, como se le conoce se las ingenió para la fabricación de su propia «chapeadora artesanal» con la cual realiza labores de mantenimiento en instalaciones deportivas del asentamiento poblacional.
A una llanta de auto, le adicionó un motor de lavadora y pedazos de hoja de sierra en desuso los cuales acopló con la ayuda de un amigo tornero. Además se las agenció en fabricar unas ruedas de madera con la ayuda de otro conocido carpintero de la zona más el ajuste de los cables correspondientes.
Gracias a su chapeadora ya no tiene que «gestionar» combustible para pagar por esa labor y de esta forma, varias son las instalaciones deportivas las que se benefician con su inventiva.
La – chapeadora de Pirolo- ha tenido » entrenamiento » en instalaciones como el estadio Mártires de Cabaiguán, el terreno de beisbol de Jíquima, el preuniversitario Beremundo Paz de Neiva, terrenos de las CPA Juan González, La Nueva Cuba, Aramis Pérez y patios y parcelas de vecinos con los que también se gana la vida.
Por estos días mientras transitaba por esa zona campesina lo observé en plena faena laboral en el estadio de su comunidad y junto a él, la algarabía de niños que desarrollaban un «piquete» gracias a su creación técnica. La actitud de este hombre demuestra que sólo el amor engendra la maravilla.