viernes, noviembre 22El Sonido de la Comunidad

La cultura de Cabaiguán en los últimos 12 meses

Apenas inició el 2019 la cultura cabaiguanense se tambaleó. Un daño económico considerable puso en crisis al sector, sin embargo las limitaciones no frenaron a artistas y creadores. Esta vanguardia confirmó cuántos quilates pesa cuando de garantizar recreación sana a los públicos se trata.

En la etapa, las instituciones pertenecientes al medio mantuvieron una programación constante, aunque los espectadores no siempre ocuparon la mayoría de los asientos. Repensar las propuestas estimularía la asistencia a peñas, muestras pictóricas y espectáculos para complacer todos los gustos, siempre que primen la calidad y  las jerarquías artísticas.

Las letras ratificaron el poder de este imperio en el centro de la Isla. La XXVIII Feria Internacional del Libro de La Habana abrió sus páginas en febrero. A La Cabaña la inundaron versos y prosas con tinta cabaiguanense que conformaron la mayor parte del stand de Luminaria y de demás casas editoriales radicadas en el país.  Con la versión del capítulo yayabero, la urbe recibió al Premio Nacional de Literatura Eduardo Heras León en una tertulia a cielo abierto prestigiada con la presentación de varios ejemplares.

Los escritores Jorge Godofredo Silverio Tejera y Beisy Fuentes Velázquez resultaron finalistas del I Concurso Internacional de Cuentos on-line “Oscar Wilde” convocado por la red social de literatura Boukker y Ediciones Adalba de Canadá. Los textos clasificaron entre las 37 obras nominadas de un total de 680 creaciones procedentes de más de una treintena de países.

En la Feria Internacional del Libro de Miami se hojearon las novelas “A solas con Casandra”, de Marlene Emelia García Pérez y “Código mar” de Pedro Luis Rodríguez Molina, relanzadas por Ediciones Adalba.

Uno de los grandes de la escena subió este año al proscenio y no precisamente para actuar. El mérito a su incesante obra y el vínculo mantenido con la comunidad durante más de medio siglo le valieron al titiritero Efigenio Pino Hernández el Premio Nacional Olga Alonso por la Obra de la Vida que confiere el Consejo Nacional de Casas de Cultura. Otro galardonado fue el historiador y radialista Hugo Crespo Crespo quien sumó más lauros a su cosecha con el Premio Nacional de Promoción de la Lectura “Raúl Ferrer”.

Los Programas de Desarrollo Cultural, todavía por explotarse en el terruño, encuentran en el proyecto socio- cultural «El patio de Tila», un referente de cuánto puede lograrse. Foráneos y cabaiguanenses visitaron el espacio, cercano a su primera década, para apreciar la amalgama cultural que allí se resguarda.

En los festejos de la ciudad y de los consejos populares, el potencial aficionado arrancó aplausos en cada una de las jornadas culturales efectuadas.

De enero a la fecha se apostó por conservar el patrimonio, las tradiciones y garantizar opciones de esparcimiento con el XXIX Taller Anual de Historia Local, la Bienal de Cultura Agraria, el Coloquio Historiográfico Canario Cubano dedicado al centenario del naufragio del vapor Valbanera y el Encuentro de Narrativa “Un pueblo con suerte”.  

Del 2 al 7 de abril Cabaiguán vibró en su XXXVII edición de la semana de la cultura y los protagonistas del agasajo fueron al artesano Matías Fidel Hernández Cabrera, la Brigada de Instructores de Arte «José Martí» que celebró su 15 cumpleaños, una cantera deprimida en el territorio a la cual se han reinsertado artífices de varias manifestaciones y la nonagenaria Danza Isleña Portadora de Pozas, conjunto folclórico que entre tantos reconocimientos recibidos se prestigia con la grabación de un nuevo disco y video clip.

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) afrontó nuevos desafíos a partir de su IX Congreso. A raíz de los debates en la magna cita, creadores e intelectuales del patio afiliados a esa membresía se pronunciaron para contribuir de manera activa al perfeccionamiento de la política cultural y hacer frente a los intentos injerencistas.

En el período estival las propuestas llegaron a los asentamientos rurales y específicamente en Jíquima de Peláez la iniciativa «Derrochando cultura», auspiciada por la Dirección Provincial del ramo, corroboró el interés por repartir diversión. Igual sucedió con las «Fiestas de barrio», la cruzada teatral «Por la Ruta del Che» y el carnaval que reactivó la algarabía en agosto.

En el panorama de las artes visuales resaltó el regalo pictórico que Noel Cabrera Pérez le concediera a la Ciudad Maravilla en su aniversario 500 con la muestra «Habana mítica».

En la coyuntura energética no cesaron de realizarse las actividades concebidas en el plan de eventos. Lomeros y cantarraneros se enfrentaron nuevamente. Las parrandas de Guayos, declaradas por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, mantienen vivo su esplendor desde hace 94 años.

El patrimonio sonoro de Cabaiguán y de Cuba le debe a Arturo Alonso éxitos que perdurarán por siempre en la victrola y el X Festival de Música Popular gestado en su nombre confirmó el talento de compositores e intérpretes aficionados. 

Las acciones de reparación y mantenimiento previstas para el actual calendario permanecieron en pausa ante las carencias de presupuesto.

A punto de ofrecerse la última función del 2019, la cultura de este pueblo con suerte aún se recupera y mientras retoma su vitalidad, el esfuerzo merece aplausos.

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