Son apenas 23 años y ya Rachel es reconocida por los campesinos de su Cooperativa de Créditos y Servicio Sergio Soto, en el municipio de Cabaiguán.
Por: Oscar Alfonso Sosa (Tomado de radiosanctispiritus.cu)
Su apego a la tierra le llega desde su existencia misma, pues nació y se crió en una familia campesina, de esas que hacen de la tierra y los cultivos el palpitar mismo de sus vidas.
Y en ese ambiente creció Rachel Beatriz Nazco Molina. Y en esos escenarios su amor por la agricultura fue sumando motivos.
Termina el preuniversitario y situaciones puntuales la llevan a afincarse en la caballería de tierra que conforma la finca, allá por Santa Lucía.
Y desde entonces permanece, entre ideas renovadoras, entre maneras de hacer, entre proyectos, pero siempre, allí, pegada a los cultivos, que dejan ver su impronta de mujer laboriosa.
Son apenas 23 años y ya Rachel es reconocida por los campesinos de su Cooperativa de Créditos y Servicio Sergio Soto, en el municipio de Cabaiguán. La surquería y los frutos cosechados hablan por sí solos.
Y está comenzando, dice con la certeza de quien busca un mañana de tierra preñada de frutos.
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