Desde el nacimiento nos acogen seres especiales, personas queridas que nos acompañarán en nuestro decursar por la vida mientras existan. Se trata de nuestros padres quienes una vez decidieron apostar por su amor del cual somos fruto. Así comienza entonces la historia de vida de una nueva familia, esa que integramos y de la cual nos sentimos orgullos, donde quiera que estemos.
Por Daimet Sanz Rodríguez
Familia multigeneracional en la que participan también los abuelos, tíos, primos y los hermanos que poco a poco llegan, y luego, los nietos que vienen a darle frescura a la estructura familiar creada y mucho quehacer a nuestros progenitores.
Con más virtudes que defectos, nuestra familia, cubana, es esa que nos ayuda a crecer, nos representa y nos da un lugar en la sociedad actual. No podemos ver nuestra vida ajena a una realización familiar, porque es allí donde encontramos ese cariño y amor infinito que necesitamos para desandar nuestro camino. Por más independientes que seamos, siempre volvemos allí, al hogar, el refugio, donde están nuestros padres, donde está nuestro seno familiar.
Pequeñas o numerosas, fiesteras y no tanto, urbanas o campestres, o una mezcla de todo un poco, bien pudieran ser algunos calificativos para nombrarlas, pero en resumidas cuentas algo tienen en común, la familia se hace más fuerte cuando cada uno de sus miembros asume el rol que le corresponde y trata de desempeñarlo de la mejor manera posible, cuando cada cual aporta sus esfuerzos y le satisface contribuir al bienestar del otro, cuando cada quien disfruta el momento junto a los demás y colabora en las actividades cotidianas, porque ¡cómo se disfruta la vida en familia! ¡Y cúanto se anhela cuando no se tiene!
Muchos le dan valor a esta, la primera institución que nos acoge en la sociedad, cuando por determinadas razones están lejos, situación que los lleva a crear sus propias familias, alejados de los fuertes lazos que el árbol genealógico nos hace atar alrededor nuestro.
Por eso amigos, disfrutemos cada día de nuestra familia y de cada uno de sus miembros, nunca se sabe cuál será el último día que podremos pasarla juntos. Aprovecha entonces cada momento, en estos tiempos en que el nuevo coronavirus nos obliga a quedarnos en casa, inventa motivos para disfrutar de la familia, pasar más tiempo con los más pequeños de casa y con tus padres si es que vives con ellos.
Debido a la COVID-19, hay muchísimos familiares que en meses sólo se han visto a través de una pantalla, o incluso ni siquiera mediante esta vía, pero ha sido preciso así para cuando todo esto pase podamos encontrarnos otra vez, abrazarnos, y pasar juntos el valioso tiempo en familia que hoy tanto añoramos.
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