Hoy, en la conmemoración del 98 aniversario de la fraternidad de las mujeres presbiterianas, Cabaiguán se llena de orgullo con la celebración territorial de su iglesia

Por: Daisy Pilar Martín Ciriano
Muy grande orgullo sienten los cabaiguanenses por tener, desde 1907, el germen de lo que es hoy la Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba. Numerosos pastores y directivos, junto a su claustro y miembros, han tallado con su labor la figura humana, no sólo en adultos y jóvenes, sino también en la niñez. Un vivo ejemplo de formación de hombres de bien, se resume en la obra de Colegio Presbiteriano.
El colectivo de mujeres, docentes, miembros y colaboradoras han hecho del bien, su bandera y se han proyectado en aras de la atención a los más necesitados.
Hoy, la historia recoge en sus páginas un notable acontecimiento en el que las mujeres contribuyeron a su realización cuando muchas de estas muejres, inspirados por Josefa León de Hernández, apoyaron la idea de la construcción de un reloj público para la iglesia. Apoyaron esta idea numerosos hombres de bien, pero también mujeres como Consuelo Oropesa, Fredesvinda García, Celia Aragón, Adela Lan Rebue, entre otras mujeres.
La idea, con el impulso femenino tomó auge y el campanario lució espléndidamente hermoso con su reloj de gran esfera. El único que aún tiene Cabaiguán.
Y esta proeza la impulsaron las mujeres de la congregación, las que buscaron apoyo e incentivaron a las autoridades.
Hoy ha transcurrido el tiempo y otros nombres de féminas de la congregación presbiteriana quedan en los anales de la historia, en la educación, la dirección, la bondad y la predicación. Hasta nuestros días mantienen esa línea humanitaria que las identificó en el decursar del tiempo y cada domingo, y a diario prestan ayuda a los ancianos, a los enfermos y a cada quien que necesite de su ayuda.
Por esta y muchas razones más, se resalta a diario la labor de este viejo centro presbiteriano de Cabaiguán y al mirar desde lejos a lo alto, aunque el reloj no dé sus campanadas, el corazón de cualquier cabaiguanense se ensancha de orgullo y de alegría al divisar su campanario. Y hoy, en la conmemoración del 98 aniversario de la fraternidad de las mujeres presbiterianas, Cabaiguán se llena de orgullo con la celebración territorial.
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