Por: Daisy Martín Ciriano (Museóloga)
Ahora, que en todo el país se celebra la jornada de homenaje a los educadores, hay que recordar a aquellos dignos maestros, que formaron a la generación de revolucionarios y martianos que se alzaron contra la tiranía.
En Cabaiguán se destacaron notables figuras, que incluso disfrutaron ejerciendo su trabajo como maestro en la Cuba revolucionaria, entre ellas Amable Araceli Reina Obregón.
Nacida en 1914, en la finca La Modesta, cercana a Cabaiguán se educó en el medio campesino y este le impregnó la sencillez, la modestia y la honradez propia de esta cultura, reforzada años más tarde por el colegio Presbiteriano donde cursó sus estudios primarios. Tras continuar su superación en la Progresiva de Cárdenas, se inclinó por el magisterio, profesión que no abandonó nunca y de la cual se sentía orgullosa.
Como activa revolucionaria integró las filas del Partido Ortodoxo y posteriormente la célula del MR-26-7 junto a Antonia María Hernández. Vendió bonos y distribuyó volantes, se ausentó de su centro laboral cuando la Huelga de Abril. Al triunfo revolucionario se unió a los alfabetizadores como maestra y dirigente en la Campaña, estuvo acuartelada durante la Crisis de Octubre y el ataque a Playa Girón.
Graduada de Doctora en Pedagogía, en la Universidad Central de Las Villas comenzó a ejercer en la escuela Tomás Pérez Castro donde se consagró por entero a su profesión.
Amable dejó imborrables recuerdos en quienes le conocieron, alumnos y maestros. Anheló, y logró, consagrarse como maestra y alcanzar los 50 años de trabajo, aún bajo el peso de sus 73 años. Su amor por los niños fue un distintivo del cual jamás se separó.
Hoy, cuando agasajamos a todos los educadores, es preciso recordar aquel 19 de diciembre de 2007, cuando rodeada de alumnos y maestros, entonó por última vez, algunos versos del Himno de su adorado Colegio Presbiteriano en el Museo Municipal.