La Ley de Reforma Agraria, aún sin materializarse, movió a los agricultores de Cabaiguán a fin de que cuando se firmara, ya existiera un adelanto en el territorio con respecto a otros del país
La Ley de Reforma Agraria recibió el apoyo de los cabaiguanenses
Antes de dictarse la Ley de Reforma Agraria, en Cabaiguán a solicitud de la dirección revolucionaria establecida en el municipio, se crea la primera Granja del Pueblo, nombrada Noel Sancho Valladares, a la memoria del joven combatiente caído durante la liberación del poblado.
El administrador de la organización campesina fue Narciso Molina Rodríguez, conocido por Pino Molina y la misma se formó con tierras confiscadas a los colaboradores de los grupos de desafectos a la Revolución y con tierras entregadas, voluntariamente, por parte de algunos pequeños agricultores de la zona cercana de Manaquitas y de Santa Lucía.
Apoyo popular a la Reforma Agraria
Una vez promulgada la Ley de Reforma Agraria, los sectores populares en Cabaiguán tomaron diversas iniciativas para impulsarla y radicalizarla. En la propia zona de Santa Lucía los habitantes del lugar donaron 10 000 pesos como apoyo a la legislación, también el canta – autor Arturo Alonso Díaz, se unió al movimiento y donó varios de sus derechos autorales; además de otros aportes económicos que se fomentaron con iniciativas y actos públicos para dar a conocer el inicio de la transformación de la agricultura en Cuba.
En la zona de Potrerillo, en fecha 31 de marzo de 1959, un total de 57 ciudadanos ofrecieron una cooperación sencilla, pero espontánea a la obra de la Reforma Agraria.
La cifra de 53 pesos fue enviada por Sabina Lira y Miguel Rivero a través del giro postal No. 224341 a Fidel Castro Ruz en la fecha referida y posteriormente comunicado al Sr. Miguel Ángel Quevedo, Director en ese entonces de la Revista Bohemia, para su conocimiento y divulgación. Consta este documento en el Museo Municipal.
Otra forma de manifestar su apoyo a la reforma fue la participación en concentraciones y desfiles en La Habana integrando las agrupaciones de campesinos que, con sombrero de guano y banderas en su frente, conformaron nutridas multitudes que apoyaban cada medida y que poco después brindaron sus casas para albergar a los brigadistas durante la Campaña de Alfabetización.