Los documentos difundidos y los hechos que transcurrieron en la década de 1940 y del 1950 en Cabaiguán, muestran la preparación ideológica y política que poseía el proletariado del territorio.
Por: Daisy Martín Ciriano (Licenciada en Historia)
Una muestra fehaciente de ello son las proclamas que circulaban, no solo en la fecha del día del proletariado, sino también con demandas y críticas ante diferentes acciones de los patrones o como son el caso de los pronunciamientos contra la guerra fascista en Corea y en España.
Los tabacaleros, con mayor preparación, lideraban estas luchas y lograron establecer unidad entre los distintos sectores, a pesar de la política divisionista impuesta a los sindicatos por la dirección mujalista de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la última década.
La repulsa que el proletariado del territorio sentía hacia la alta jerarquía sindical del país y los métodos que ésta implantó en la dirección del movimiento obrero cubano, quedó demostrada en la contestación pública a Eusebio Mujal, que varios dirigentes obreros cabaiguanenses enviaron el 21 de junio de 1957 al director del Noticiero Radio Aeropuerto Nacional rogándole que la diera a conocer al pueblo.
Esta contestación fue una respuesta a un mensaje que Mujal envió al The New York Time y que publicó el periódico Prensa Libre el miércoles 19 de junio. En el mismo, el despreciable personaje afirmaba que 1 532 sindicatos afiliados a la CTC, que agrupaban a 1 200 000 trabajadores, respaldaban a Batista por su obra social progresista.
Los firmantes del documento dejaron claro que la clase obrera rechazaba y condenaba esas declaraciones, porque Mujal estaba invalidado moralmente para hablar en nombre de los trabajadores, ya que había convertido a la CTC en un aparato represivo de persecución y terror contra las conquistas y demandas de los mismos. El documento fue firmado por David Concepción, Miguel Reyes, Rigoberto Álvarez, Carlos González, Mario Alba y Carlos Cruz, en representación de los torcedores; Miguel A. López Benítez, Lisinio Martínez Fleites, Manuel J. Martínez Obregón y Maximino Pérez Brito por la sección sindical del Banco Pujol, Enrique Capiró del Banco Prieto y Yanes; Mario Rodríguez Valero, empleado de comercio; Luis M. García Lara, delegado sindical del Banco Crespo y otros.
Esta carta, enviada por segunda vez nunca tuvo respuesta, solo que finalizando el mes de junio, arreció la represión al proletariado y muchos trabajadores fueron despedidos de su puesto de trabajo.
A 65 años de aquella fecha, hoy esta página recuerda a aquellos valerosos obreros, de los cuales solo pervive en el territorio Mario Rafael Alba Castellón, Mayito.
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