Por: Daisy Martín Ciriano
Al triunfo de la Revolución en Cabaiguán, existían muchas organizaciones femeninas de carácter político, social y católico, que de una forma u otra habían luchado contra la tiranía y otras surgieron que después de 1959, como fue el caso de la Unidad Femenina Revolucionaria (UFR),que luchaba contra todo el que se oponía a las medias populares, además del Frente Femenino.
En aras de lograr la unidad y la incorporación plena de las féminas a la Revolución se imponía la unión de todas estas organizaciones, por lo que el 23 de agosto de 1960, fueron convocadas para formar la Federación de Mujeres Cubanas, (FMC).
El 15 de septiembre de 1960, se creó la organización en el municipio, en una casa situada en la calle Alfredo López Brito, local que sirvió para reuniones y actividades y su presidenta fue Idolidia Sancho Valladares; integraban el Secretariado Iselda Palomino Lorenzo, Antonia María Hernández López, Alicia Guerra, Mercedes Paz Sánchez y otras destacadas compañeras. En 1961 Iselda Palomino Lorenzo, pasó a ser la principal dirigente.
Entre las tareas cumplidas por la organización femenina se destacaron, la incorporación de la mujer a la producción y a la nueva sociedad, la recaudación de fondos para la construcción de círculos infantiles que con posterioridad fueron dirigidos por mujeres, el apoyo a las Milicias Nacionales Revolucionarias cuando operaban en el Escambray, la creación de las milicias femeninas, la incorporación de la mujer a cursos -como el de corte y costura-, la atención a los desvinculados del estudio y el trabajo, la transportación de materiales para la campaña de alfabetización y la realización de huertos caseros, las campañas de vacunación y la participación activa en las zafras del pueblo, campañas tabacaleras y frutícolas, entre otras. Las mujeres cabaiguanenses constituyen un baluarte desde los primeros momentos de la Revolución.
