domingo, noviembre 24El Sonido de la Comunidad

León Perlasia, mártir placeteño caído en Cabaiguán

Por: Daisy Martín Ciriano

Tras conocerse en el territorio villareño de la presencia del Che y sus guerrilleros en el Escambray, muchos revolucionarios subieron al lomerío. Unos eran enviados por el Movimiento 26 de Julio y otros, movidos por sus ideales tomaban por su cuenta los senderos. Muchos lograron llegar, pero otros resultaron víctimas de los esbirros de la dictadura. Así ocurrió con Rodolfo León Perlasia.

Había nacido en San Andrés, municipio de Placetas, el 14 de Junio 1937, provenía de un hogar humilde. Su padre laboraba en tareas agrícolas y la madre era empleada de correos. Realizó sus primeros estudios en la escuela pública de la localidad y con 15 años se trasladó para la Habana donde continuó los estudios en una academia nocturna, ya que durante el día trabajaba como empleado en una farmacia. 

Se encontraba en la Capital cuando ocurrió el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, al que se opuso rotundamente y decidió incorporarse a la lucha revolucionaria. Se afilió a la lucha clandestina junto a otros estudiantes y al ser perseguido, se trasladó nuevamente para  Placetas. 

En esta ciudad se encuentran con varios jóvenes que se preparaban para dirigirse al Escambray y unirse a las tropas de Ernesto Guevara. Se integró al grupo y marchó, el 28 de noviembre de 1958, hacia el macizo del Escambray.                                                 

Durante el trayecto y en las proximidades, fueron localizados por una avioneta que informó al cuartel. Las tropas del ejército los acosaron y lograron dispersarlos, aunque algunos fueron apresados, entre ellos Rodolfo y Joaquín Reyes Hernández. Ambos fueron llevados a una herrería que estaba ubicada en el pueblito de Santa Lucía, allí torturados y sacados al anochecer, hasta ser asesinados en el callejón cercano.  Después del triunfo de la Revolución fueron exhumados sus cuerpos y con horror e indignación se observó que ambos jóvenes fueron ultimados con las manos atadas a la espalda

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