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Loable homenaje de un libanés al Apóstol en Cabaiguán

Por: Daisy Martín Ciriano (Museóloga)

Es fecha apropiada para rememorar a José Martí Pérez en un aniversario más de su natalicio. En Cabaiguán, al igual que en el resto de la Isla cada cubano le recuerda y rinde su mejor tributo al recordar que en fecha 2 de diciembre del año 1938, llega desde La Habana una carta dirigida al Sr. José Chamán Milla como respuesta a su solicitud de edificar en el centro del parque un busto al Apóstol.

La Compañía representada por Pennino Marble aceptaba la solicitud de edificar tan noble obra anunciando la pronta visita del  maestro para preparar la base del mismo.

En días siguientes se presentó el contrato para asumir el inicio de la obra la cual se pretendía inaugurar en el próximo enero.

El busto-monumento estaría compuesto de base, gradas, fuste y busto. Edificándose la base, gradas y fuste que forman el pedestal en piedra dura de Jaimanita, mientras que el busto sería de mármol blanco de Carrara de primera clase. El busto tallado llevaría en una mano un libro y en la otra una rama de laurel. La construcción total fue ajustada al precio de 800 pesos a entregar en dos plazos. Como cláusula final se acordó que el primer pago lo entregaría el libanés y el segundo el Club de Leones.

La obra fue inaugurada como estaba previsto el 28 de enero de 1939. Con gran  júbilo los cabaiguanenses acogieron el regalo como digno homenaje al Apóstol y en justo pago nombraron al libanés José Chamán Milla como Hijo Adoptivo  de Cabaiguán como reconocimiento a las obras que desde hacía tiempo realizaba en favor de la cultura y el bienestar de los habitantes de la localidad.

Desde entonces en el parque y frente a la estatua se han celebrado actividades patrióticas con los Veteranos de la guerra de 1895, homenajes al Apóstol en 1953, fugaz acto el 1º de mayo de 1957, desfiles de apoyo a la naciente revolución en enero de 1959, reconocimientos a figuras destacadas en la historia de la localidad y actos patrióticos.

Ente año a 82 años de su edificación, el busto del Apóstol contempla desde su altura una nueva generación, que aún en tiempo de pandemia le regala sus rosas blancas.

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