sábado, noviembre 23El Sonido de la Comunidad
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Los 85 de Silverio Blanco

Por: Daisy Martín Ciriano

La finca de Las Cubeñas, situada en la región conocida como Aguas Verdes, en la zona montañosa del oriente cubano es una región prácticamente perdida en la historia.

El matrimonio formado por Fernando Blanco Anaya y Amelia Catalina Núñez Rodríguez constituyó allí su numerosa familia de doce hijos a los que nombraron: Olga, Silverio, Roque, Manuel, Amado, Rafael, María Esther, Fidela, Blanca Elena, César, Marcos y Olinda.

Precisamente Silverio Fernando nació el 17 diciembre de 1935. La familia Blanco Núñez se trasladó con su prole de un lugar a otro, tratando de buscar mejoras que le permitieran dar a sus críos las condiciones necesarias para subsistir; Los Pinales, Ranchos del Guá, Cabezos de Mota, La Federal y San Pedro, allí junto a su padre, Silverio aprendió a carretear, a narigonear bueyes, y se hizo hombre tempranamente. Pasó por la niñez sin identificarse con el juego y sin conocer siquiera las letras y los números, pero algo curioso, al igual que varios de sus hermanos no fueron asentados como nacidos en un Registro Civil, como tantos niños pobres de la sierra.

Tempranamente, y al conocer de la llegada de Fidel y sus hombres a las montañas, Silverio, secundó a su hermano Manuel y se incorporó a la lucha guerrillera.

Hoy, han transcurrido ochenta y cinco años de su natalicio y es oportuno resaltar que a pesar de todas las búsquedas realizadas para encontrar el certificado de defunción, no apareció dato alguno. A pesar de ello, este muchacho pasó por la vida sin registrarse, pero dejó una huella imborrable en la historia combativa de nuestro pueblo, y específicamente en Cabaiguán. Pueblo donde cayó heroicamente el 22 de diciembre de 1958, como teniente en el Pelotón que tuvo la tarea de tomar las fuerzas acampadas en la loma de la microonda.

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