Cuando se escribe la historia electoral cubana a partir de 1959 los pioneros ocupan un lugar prominente en cada convocatoria
Por: Daisy Martín Ciriano (Licenciada en historia)
Después de instaurado en 1976 el poder del pueblo a través de sus propios candidatos elegidos democráticamente, los pioneros han sido fieles guardianes de cada urna.
Durante los días anteriores al desarrollo de la votación de cada elector en cada escuela se seleccionan aquellos niños que posean los mejores requisitos para representar a su propio colectivo a la vez que cumplen y se preparan como parte de ese pueblo que ahora acude a dar su criterio a través del voto directo y secreto.
Cuántos jóvenes, otrora niños y pioneros, han transitado por este proceso y cuántos recuerdos traen a la memoria ver nuevamente a los infantes con uniforme y pañoleta, sea roja o azul, dentro de los locales de elección.
En Cabaiguán nuevamente amanecen los niños con su ajetreo para llegar temprano y cumplir con la tarea, aunque sea por pocas horas. Cada generación deja su impronta, pero aquellos que ya peinan canas se sienten satisfechos de ver, no solo la fotografía, sino de recordar detalles de su momento, cuando dio también su aporte al proceso eleccionario.
Los símbolos patrios, colocados en cada local, son los encargados en recordar que esta elección de delegados es cada día más justa y soberana en cada momento que la Revolución ha convocado a su pueblo.
