En más de la mitad de las comunidades de Sancti Spíritus en situación de vulnerabilidad social ya se trabaja para mejorar las problemáticas existentes
Los ojos de Dayana Esquivel Mesa hablaron. Los trabajadores sociales llegaron a su casa en la comunidad de Santa Lucía, en el municipio de Cabaiguán para entregarle recursos necesarios. La escena de entrega y agradecimiento a la Revolución se ha multiplicado en mil 353 familias de la provincia Sancti Spíritus en lo que va de año.
De las 70 comunidades en situación de vulnerabilidad social que cuenta Sancti Spíritus , se trabaja en la transformación de 47 por diferentes factores y organismos que tienen participación en estas, para mejorar las problemáticas existentes, un programa que llegó para quedarse, al decir de Frank Osbel Cañizares, Vicegobernador en el territorio.
El diagnóstico realizado en cada lugar ha permitido conocer la cantidad de núcleos familiares en situación de vulnerabilidad social, lo que ha permitido proteger por la Asistencia Social con prestaciones económicas un total de 541 núcleos con un gasto del presupuesto de un millón 141 mil 260 pesos, 18 de estas son madres con hijos con discapacidad severa.
Esta humana labor que dimensiona la obra de la Revolución en la provincia permitió otorgar 46 círculos infantiles, 13 personas fueron llevadas a hogares de ancianos, otros 17 a casa de abuelos, mientras a 41 niños se les ofertó el seminternado para que las madres pudieran trabajar, y 141 abuelos comenzaron a recibir los alimentos a través del Sistema de Atención a las familias.
El programa atiende también de manera diferenciada a 337 madres con 3 o más hijos que residen en estas comunidades, a adultos mayores que viven solos, a discapacitados, a adolescentes embarazadas.
Numerosas son las acciones en las que, a pesar de estar involucradas entidades y organismos, son los pobladores quienes trazan el camino y tienen el protagonismo en la reanimación de comunidades con el Plan de Transformación integral de barrios vulnerables, movimiento que llegó como una luz de esperanza a mucha gente.
Se trata de fomentar la participación colectiva para rehabilitar o construir viviendas, consultorios, panaderías, parques, viales, obras hidráulicas y bodegas, y al mismo tiempo, responder a otras necesidades y preocupaciones que conforman parte de la realidad de esos escenarios con el empuje del Gobierno.
(Fuente/Espirituano)
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